Ramon Parés en esta carta continua explicando que la gran importancia de esta época fue la forma en la que investigaron e interpretaron la naturaleza.
En la carta anterior ya explicó tres estrategias que siguieron estos grandes pensadores: hacerse preguntas que solo tenían dos posibles soluciones (si o no, verdadero o falso, natural o artificial…), contextualizar las observaciones en espacio-tiempo y buscar leyes naturales (afirmaciones sobre la naturaleza que seguro que se van a cumplir).
En esta carta explica más. Por un lado interpretaron la naturaleza separando lo perceptible y lo no perceptible. De lo perceptible se podía deducir lo no perceptible (por ejemplo de la enfermedad se puede deducir la existencia de factores que la provocan, de las propiedades de las reacciones químicas se puede deducir la existencia de los átomos…).
Gracias a esta búsqueda de lo no perceptible, lograron que lo complejo se transformara en simple, dicho de otra manera: empezaron a formular teorías. Todo lo complejo (lo perceptible) se intenta reducir a simplicidades (lo no perceptible), esta tendencia filosófica se le denomina reduccionismo. El reduccionismo fue la tendencia que siguió la Ciencia (los científicos) desde la primera revolución científica, principios del siglo XVII, hasta finales del XIX.
Por otro lado, los presocráticos también marcaron una tendencia en la forma de interpretar la vida. Ellos hablaban de que los seres vivos tenían una realidad física (perceptible y no perceptible) pero que también poseían una realidad sobrenatural (traducido al lenguaje moderno: un alma). Esa forma de interpretar al ser vivo ha sido utilizada por los científicos (y el resto de seres humanos) hasta hace bien poco, aproximadamente hasta el 1850. En la actualidad, la ciencia aplicada a los seres vivos (biología, medicina…) no añade esa componente sobrenatural a sus interpretaciones.
Esa tendencia a lo sobrenatural también impulso que algunos pensadores añadieran a las interpretaciones de las realidades físicas (a la interpretación de la Tierra, del Universo, de una reacción química…) componentes sobrenaturales. Esa tendencia exotérica es la que usan muchas pseudociencias.