domingo, 13 de octubre de 2013

El tío tungsteno: 19) Mi madre


El título de este capítulo predispone a la ternura y la emotividad en la historia de un niño que puede conmover tanto al describir el olor y los sonidos de las distintas zonas de su casa, la personalidad de cada miembro de su familia y la belleza de la ciencia como refugio. Esperamos una emotividad mucho más intensa en esta descripción y nos topamos con disecciones, historias truculentas y nuevas excentricidades.

La madre de Sacks, admiradora de la belleza presente en las estructuras orgánicas, puede pasar horas abstraída frente al microscopio o diseccionando cuerpos. Es una gran profesional de la medicina, maestra exultante, empática con el dolor del paciente, capaz de una concentración total en las operaciones y de la abstracción necesaria para separarse emocionalmente. Segura de sí misma hasta el extremo de dar el pecho a su hijo en una clase universitaria sobre lactancia.

La madre de Sacks. Incapaz de relacionarse en encuentros sociales, recluída permanentemente en su mundo interior de abstracción, capaz de hacer a su hijo pequeño diseccionar cuerpos de bebés y hacerle notar las deformidades que él podía haber tenido, o de enviarle a diseccionar el cuerpo de una niña de su misma edad.

Brillante y terrible. Conmovedor, pero no por la vía por la esperaba que lo fuera, sino por la capacidad de análisis de Sacks, fina y cruda, pero sin rencor.

Este capítulo me ha hecho pensar sobre todo en dos cosas muy distintas.

Por un lado, el identificarme con el personaje de Sacks y de su madre. Tímidos hasta el extremo para el trato personal, pero capaces de enfrentarse a una audiencia de cientos de personas sin perder el aliento. Me parece una característica de lo más intrigante.
¿Qué puede ser eso que hace a una persona sacar todo su potencial al hablar en público pero quedarse completamente bloqueada al tratar a un grupo de dos personas?

El otro tema, mucho más manido, pero también más interesante, es el del mito de Frankenstein.
El doctor de la novela, es un gran científico. Una persona de curiosidad insaciable, metódico, analítico, trabajador, apasionado... ésta es su maldición.
Frankenstein realiza su trabajo desde la abstracción absoluta. Estudia la muerte sin sufrir asco por la putrefacción, sin sentir escalofríos por el significado de lo que está analizando. La pasión por entender la relación entre los tejidos y la vida lo lleva a fabricar un ser humano y dotarlo de vida sin pararse a pensar un momento en lo que puede implicar esto. El monstruo es en realidad el doctor, no su creación.

Sobre este tema me surgen un montón de reflexiones que me gustaría compartir:
  • La vigencia o no del mito de Frankenstein.
  • Si os parece que la abstracción en ciencia es un arma de doble filo, imprescindible para alcanzar la profundidad del análisis, pero también deshumanizadora.
  • Si justifica esto el miedo a la ciencia que encontramos en tantos sitios.
  • Si conocéis ejemplos actuales o históricos donde esto ha podido suponer un problema y cómo consideráis que puede atajarse.
  • Si es más peligrosa la abstracción del ser humano o de las instituciones humanas.
  • Si la capacidad analítica del científico, tan lineal y sólida, es incompatible con la creatividad artística y si puede esto suponer una tara.

No es necesario que respondáis a todo, sólo quisiera sacar alguna reflexión sobre esto. Creo que el pensamiento científico ha invadido mi mente hasta el punto de no poderme concebir sin él, me ayuda mucho a resolver los problemas de la vida cotidiana como hemos hablado en capítulos anteriores, me ha dotado de capacidad crítica, puedo entender y atajar problemas con mucha más facilidad. Pero a veces me pregunto hasta qué punto no es al mismo tiempo una maldición. ¿Vosotros qué creéis?

23 comentarios:

  1. Impresionante!! Vaya forma de afrontar el capítulo, la verdad es que JC no mentía cuando ha dicho que el resumén era imprescindilble... Frankenstein, abstracción en ciencia, creatividad artística, sin duda aquí hay mucha miga y muy dificil.

    Creo que voy a atacar uno de los puntos que me pilla más cercano.
    Hace tiempo en una charla escuche a un médico hablar sobre un asunto que me llevo a enfocar un tema de una manera nueva. Hablaba sobre la actitud de los profesionales sanitarios cuando tratan a un paciente en una situación crítica, por ejemplo en una operación complicada. Decía que la manera de proceder más profesional era distanciandose un poco del paciente, esto aunque pueda sonar raro a primera vista hace que se pueda actuar con más frialdad y a la postre con más profesionalidad y brillantez. Ponía el ejemplo de un neurocirujano que por ejemplo tubiera que operar a un familiar cercano, lo quisiera o no la cercania le tendría que afectar (para mal) haciendole trabajar peor. Yo nunca había pensado en ese enfoque con un ejemplo tan radical. En este sentido la abstracción en ciencia aunque pueda parecer deshumanizadora creo que es esencial. Mi duda es si esto es extrapolable a otros campos de la ciencia, la investigación por ejemplo.
    ¿Es mejor un investigador enfrascado en sus experimentos sin ver la relación directa con la realidad o no? Evidentemente la situación es distinta al ejemplo antes expuesto porque aunque quiera la cercania no es la misma. Dejo abierto esto a los profesionales del tema.

    En cuanto al último punto: la capacidad analítica frente a la creatividad, no creo que tengan que ser contrapuestas, pienso que ambas se pueden dar en un mismo individuo. Alguién con una mente científica pienso que puede ser creativo al mismo tiempo. Personalmente me considero bastante lógico (quizas demasiado) pero nulo en cuanto a creatividad. Cuando hablo de que soy demasiado lógico no es que este exaltando mi mente sino que creo que esto si puede ser a veces una tara porque frena o colapsa a veces mi toma de decisiones. Y a veces me digo "no pienses tanto que te bloqueas..."

    Una cuestión de este capítulo que me llamó la atención fue el hecho del joven Sacks diseccionando desde muy joven haciendo que esto le produjera una especie de rechazo que incluso le atormentaba. En otras ocasiones hemos hablado de a qué edad empezar a inculcar la ciencia y esto creo que puede ser un ejemplo (a lo mejor no) de un inicio demasiado prematuro en determinada materia. A lo mejor no era el nivel adecuado (por excesivo) para un joven. Aunque siempre puede ser dificil marcar la frontera.

    Bueno, pues nada más, saludos a todos.

    Dan.

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    1. Yo también a veces me siento demasiado lógica.
      Soy una gran admiradora de la creatividad, que siempre vivo desde el asiento del espectador. De la poesía, del teatro, de las ideas de los niños. Concibo a las personas creativas como aquellas que pasan de un pensamiento a otro dando saltos y piruetas entre las ideas. Mientras que los lógicos nos vemos condenados a hacer el recorrido pasito a pasito y así, aunque nos aseguramos llegar a un resultado óptimo, nos quedamos limitados a un entorno que cada vez se va acortando más.

      No renunciaría a mis habilidades matemáticas, que tantos momentos de felicidad me proporcionan, pero me pregunto si mi mente podría ser de otra forma de no haber elegido una carrera diferente.

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    2. A mí también me pareció chocante que su madre le hiciera diseccionar una niña de su edad. Opino que fue excesivo y que el fin que perseguía (hacerle comprender el funcionamiento del cuerpo humano) se podía lograr a esa edad por otros medios menos "truculentos".

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  2. Al empezar a leer este capítulo me imaginé que las cosas irían por otros derroteros, seguramente porque esperaba encontrarme con la parte tierna de la madre, tampoco me ha decepcionado, aparece una madre segura de lo que quiere y de lo que piensa que le irá bien a su hijo.
    Respecto al debate que propones, me parece muy interesante, pero también muy complejo.
    Claro que el mito de Frankenstein sigue vivo, pero ha evolucionado, se ha convertido en algo más complejo, sigue siendo todo un reto "emular a Dios", no obstante no creo que sea ese el fin, o el pensamiento del científico que se mete en el laboratorio, más bien pienso que es un afán por descubrir, por superar obstáculos y retos, en la mayoría de los casos.
    Supongo que cuando uno se acostumbra a algo lo va deshumanizando, pero no creo que ocurra siempre, me parece fundamental tener claros unos principios básicos, imprescindibles en todas las facetas de nuestras vidas, el respeto por los demás y la sensibilidad por lo que nos rodea. En el caso de los médicos tiene razón @cuantosycuerdas en lo que comenta, y en ese caso concreto, pero me parece imprescindible que recuerden siempre que su objeto de trabajo es una persona asustada porque no sabe qué le pasa y desposeída de su personalidad porque se la ha desnudado y se le ha puesto una especie de sábana para disimular sus vergüenzas. Lo mismo ocurre con otras profesiones en las que es fundamental el contacto con personas. Pero volviendo al científico, como en todo, habrá personas que se abstraigan por completo y otras que no pierdan el objetivo que les mueve a lo que hacen. Considero importante la abstracción para poder centrarse en el trabajo, pero no creo que deba ser deshumanizadora, pueden ser perfectamente compatibles.
    Me parece que el miedo a la ciencia va más por el miedo a lo desconocido que porque pueda deshumanizar, incluso por el miedo a lo que se pueda descubrir, a veces puede resultar más cómodo no saber las cosas.
    En cuanto a las capacidades analíticas y creativas me parece que la mejor forma de sacar el máximo partido en ciencia, y en la vida en general, es compaginándolas. El análisis es fundamental, pero la creatividad abre muchos posibilidades.

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    1. Al hilo de lo que comentas de personas que consiguen abstraerse más que otras, en el capítulo Sacks nos habla del distinto enfoque de sus padres hacia la ciencia. El padre tiene una visión mas social (creo que la llama así) y la madre más "natural". Me parece una distinción muy interesante porque son dos puntos de vista de una misma situación aunque creo que no es necesario elegir si no que se puede picar un poco de ambos.
      Saludos.

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    2. Pues para pareceros un tema complejo, habéis hecho unas reflexiones muy acertadas.

      Creo que del mito de Frankenstein puede rescatarse algo más que los peligros de "emular a dios".
      El peligro está en mi opinión más bien en la desconexión de la ciencia con la sociedad. En que un científico por ejemplo, puede estar investigando un material para hacer lentes ligeras y súper potentes con toda su pasión sin saber que en realidad está trabajando para fabricar dispositivos para lanzar bombas.

      Los médicos, como dice @cuantosycuerdas utilizan la abstracción para salvar vidas mientras trabajan aplicando la ciencia. ¿Pero qué pasa con las investigaciones? Adónde puede conducirnos una especialización que hace que un científico no sepa lo que se produce en el despacho de al lado. ¿Quién tiene una visión global de lo que se hace en la ciencia? ¿Es necesaria esa visión global? ¿Qué consecuencias puede tener el no tenerla?

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    3. De nuevo has puesto el dedo en la llaga. Bajo mi punto de vista es esencial tener una visión global de la ciencia, además de un conocimiento histórico de su desarrollo.

      La historia de la ciencia es imprescindible como el propio Sacks nos hace ver a través de su relato. Creo que comprendemos mejor las cosas si las ponemos en su debida perspectiva aunque, en el mundo actual, que tiende cada vez más a la superespecialización, se hace complicado.

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    4. En la línea de lo que dice Dan: a mí más que dos vertientes de la ciencia, el padre y la madre de Sacks me parece que representan las dos vertientes de la medicina. La medicina como curación de individuos iguales en especie al propio médico; y la medicina como una parte especializada de la biología que compartimos con otros animales. Incluso (no sé si me voy mucho por las ramas) podría aplicarse a la investigación básica y aplicada. Ambas imprescindibles, pero así como la aplicada ya está pensando en el mercado y en ofrecer un servicio, la primera puede que nunca vea este final 'feliz' y (desde mi percepción subjetiva) puede tender más a lo abstracto. Aunque no siempre abstracto ha de seguirse a deshumanizador.

      En cuanto al mito de Frankenstein es muy, muy jugoso. Me parece que la ciencia-ficción ejerce un papel importante en el desarrollo de la ciencia: nos saca de nuestros laboratorios y nos hace mirar al mundo. ¿Qué pasaría si...? Y en ese si caben mil posibilidades: construir una Inteligencia Artificial que sea auto-consciente, encontrar otras razas alienígenas similares (en raciocinio) a nuestra especie pero muy distintos/repulsivos en aspecto físico, construir una sociedad a base de eugenesia y de programación genética, etc., etc. Desde mi punto de vista, la gente de 'letras', los filósofos, deberían plantearnos preguntas inteligentes de hacia dónde va nuestra investigación. Si no lo hacen, siempre nos quedará la ciencia-ficción para pensar en hacia dónde vamos.

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  3. Interesantes preguntas, que me hacen pensar.
    Sobre la vigencia o no del mito de Frankenstein, yo siempre lo he encontrado un poco exagerado, como una manera de acercarse a la ciencia que han seguido personas con prejuicios hacia ella. Pero, en fin, los mitos son así, hiperbólicos.
    La abstracción en ciencia sí que es un arma de doble filo. Es totalmente necesaria, sobre todo para el que trabaja con seres vivos, como el cirujano, que tiene que cubrir el cuerpo del enfermo dejando a la vista solamente la zona de la intervención. Pero también puede traer la deshumanización, que necesita el químico que fabrica armas de destrucción masiva o para el biólogo que experimenta con animales haciéndoles sufrir.
    El miedo que un sector de la sociedad experimenta por la ciencia es siempre debido al desconocimiento. Lamentablemente existen personas que no necesitan de la abstracción para hacer daño mediante la ciencia. Son las personas enfermas que incluso llegan a sentir placer provocando dolos a otros seres vivos.

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    1. Sí y no (respecto a Frankenstein): Mary Shelley estaba fascinada, en sentido positivo, por la ciencia que veía en las coferencias de Humphry Davy. Luego, pues sí, su visión es negativa (en realidad, la novela empezó escribiendo historias de terror con lord Byron y demás del grupo), o más bien las interpretaciones posteriores han sido negativas. Aún así pienso que hay ideas interesantes para debatir y pensar :)

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  4. Con la lectura de este capítulo me ha pasado como a muchos de vosotros, esperando una descripción más o menos íntima de la relación de Sacks con su madre, compruebo que el capítulo se lanza por otros derroteros aunque flota en el ambiente una cierta frialdad en la descripción de sus recuerdos ―al menos eso es lo que interpreto del relato de nuestro protagonista―. Su madre, como profesional de la medicina de gran preparación y con un déficit social en su trato con los demás, irradia una sensación de distanciamiento afectivo.

    En cuanto a las cuestiones planteadas, opino que el mito de Frankenstein, tal y como nos lo plantea Aleleola, sigue vigente en la actualidad. Me viene a la memoria la investigación puntera con células madre y la intención, anunciada a bombo y platillo hace un tiempo, de llegar a clonar un ser humano.

    Creo que la abstracción es fundamental en la ciencia en general, pero más marcada en algunas parcelas concretas: como ya habéis señalado, la medicina quizás sea la más notable ya que aúna conocimiento científico y técnico, con el tratamiento de personas (y el conflicto íntimo y personal que ello puede suponer). En otras ramas de la ciencia también existe ese distanciamiento pero es menos impactante porque se trata de ámbitos más técnicos: matemáticas, física, astronomía, ingeniería etc.

    En cualquier caso, debemos tener en cuenta la ÉTICA. No se ha mencionado, pero la abstracción y posible “deshumanización” tiene su contrapeso en la ética del propio científico ―o de las instituciones― que actúa como barrera o límite que impide tomar caminos poco recomendables. En términos generales, podemos decir que los científicos actúan de forma ética aunque al final sus descubrimientos puedan emplearse para fines no pacíficos o se relacionen con cuestiones tan conflictivas como la clonación.

    Mi opinión es que la ciencia en sí misma, el avance en nuestro conocimiento del mundo, debe quedar aislada del uso que la sociedad pueda dar a esos descubrimientos (que además suele implicar decisiones del poder político más que de los propios científicos). Un ejemplo claro de esto sería el empleo de los descubrimientos de la fisión del átomo para crear un arma de destrucción masiva. Aunque habría mucho que discutir acerca de la necesidad de su utilización para lograr el fin de la Segunda Guerra Mundial, la decisión de crear el arma y de su lanzamiento estuvo en manos de los políticos.

    Por esto mismo, el miedo a la ciencia (a los avances en determinados campos) que podemos observar en la sociedad creo que tiene su origen en la mayoría de los casos en el rechazo a las decisiones de los políticos o grandes corporaciones que hacen un uso inadecuado de esos descubrimientos. Resulta evidente que estos agentes sociales tienen unos fines muy diferentes a los de los científicos que dedican su vida a intentar comprender mejor el mundo que nos rodea y hacer nuestra vida más fácil.

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    1. Sí, yo también pensé en ética al leer este capítulo. No por el mito Frankenstein, pero no pude reprimir un escalofrío al leer que a los niños con poca esperanza de vida los 'ahogaban como un gatito' disimuladamente. Sin entrar en valoraciones morales, me produce una mala impresión usar luego esos cadáveres para diseccionarlos ella con su hijo. Yo no tengo estómago para eso :P

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  5. ¡Vaya reflexiones! Esto sí que es sacar la artillería pesada...
    Respecto al mito de Frankestein, no sólo me parece que sigue vigente sino que se ha convertido en una paradoja. Por un lado, los científicos suelen estar siempre entre los profesionales más valorados. Por otro, no hay cosa que le dé más yuyu a la gente que las investigaciones sobre células madre o sobre productos transgénicos.
    En mi opinión, la abstracción necesaria en la investigación científica, y aunque también pueda sonar paradójico, puede convertirse en un plus a la hora de desarrollar creatividad artística. Y también creo que puede ser una eficaz herramienta en la divulgación científica, para ser creativo y original en la recreación del mensaje científico. Sin embargo, es necesario dejar la abstracción fuera del juego en tanto que todo logro científico tiene una relevancia y una repercusión social que no puede obviarse.

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    1. Hola. Creo que fue en la anterior entrada (o en otra) cuando salió este tema de la creatividad. En esta entrada ya ha habido varias contribuciones al respecto.

      Mi opinión es:
      · No creo que la investigación científica sea un plus a la hora de tener capacidades artísticas. ¡Correlación no significa causalidad!. Es decir, seguramente los grandes investigadores tienen grandes capacidades y por ello es probable que también tengan capacidades artísticas.

      Por otro lado en la entrevista a Etxenike en #Naukas13 (http://culturacientifica.com/2013/10/12/naukas13-entrevista-pedro-miguel-etxenike-2/) dijo una cosa que creo que es cierta y que tal vez explique muchas cosas (al menos para mí que no tengo ninguna memoria): "Actualmente, para tener creatividad científica es necesario desarrollar la memoria porque hay que ser capaz de interrelacionar muchas cosas"

      Un saludo, luego seguramente seguiré

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    2. Basaba mi opinión en algo que siempre me ha llamado la atención. Es bastante frecuente que científicos o personas que se consideran de ciencias muestren interés por literatura o arte, y suele ser incluso más frecuente que personas de humanidades no muestren el más mínimo interés por la ciencia. Y no creo que esto sea debido a que un colectivo tenga mayores capacidades que el otro.
      Para el desarrollo de la creatividad científica destacaría, antes que la memoria, aspectos como el descubrimiento precoz del talento para la ciencia y, sobre todo, la ausencia de miedo a experimentar y a equivocarse. Es la causa de la creatividad de los niños; si no saben, prueban; lo intentan sin temor a la equivocación.
      Hace un tiempo leí un artículo que hablaba sobre los rasgos que caracterizan la creatividad científica. Autores como Csikszentmihalyi y Howard Gardner defienden que si la creatividad exige un reconocimiento social, un individuo sólo es creativo si los evaluadores de su campo deciden incorporar sus innovaciones. Por ello afirman que la auténtica creatividad es la científica, basada en la realidad y comprobable mediante hechos, y que la creatividad artística por su subjetividad la consideran más bien ingenio.

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    3. Es cierto: "Es bastante frecuente que científicos o personas que se consideran de ciencias muestren interés por literatura o arte, y suele ser incluso más frecuente que personas de humanidades no muestren el más mínimo interés por la ciencia". Por ello pensé hace un par de semanas que quizás la capacidades artísticas no ayuden a las capacidades científicas (obviamente esto es una simplificación, todo ayuda y todo es demasiado complejo). Por la misma razón puede ser posible que algunas capacidades científicas (algunas) si te capaciten para el arte.

      Por otro lado, Etxenike decía que la memoria ayudaba, no que fuera lo único. Y lo he resaltado porque yo soy de los que suelo minimizar el papel de la memoria (entre otras cosas yo tengo poca capacidad memorística) y me hizo pensar que estaba equivocado.

      Un saludo

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    4. Respecto a la memoria, confieso que he tendido a hacer lo mismo que tú, a minimizar su papel para fomentar la comprensión, la deducción razonada, etc. Y claro, hay que reconocer que es una ayuda considerable, pero me resistiría a darle a la memoria un papel demasiado preponderante en ciencia. Quizá por haber visto los estragos de una educación fundamentalmente memorística.
      Estaría más de acuerdo con las palabras de Etxenike si se refiriera a la memoria colectiva, quiero decir, al papel de la historia de la ciencia, sobre cuya importancia estábamos de acuerdo prácticamente todos los tertulianos cuando hablamos sobre el tema.

      Un saludo

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  6. Guau! Estos comentarios me están aportando mucho más de lo que esperaba! No pensé que fueran a llegar a trastocar mi punto de vista hasta este nivel. Eso de la creatividad del científico frente al ingenio subjetivo del artista es algo que tengo que digerir.
    Supongo que como dice @2qblog todos los que participamos en las tertulias lo hacemos porque tenemos inquietud por este tema. Amamos la ciencia y al mismo tiempo sentimos nuestra mente un poco "poseída" por ella. Por eso es tan sano que nos juntemos a hablar de lo que significa ser científico.
    Yo a penas escribo porque mi timidez absurda muchas veces me lo impide cuando veo demasiados ccomentarios pero muchas veces creo que estas tertulias son lo más interesante que me ha pasado en mucho tiempo, porque, ¿dónde iba a conocer a gente con estas inquietudes tan variadas y con ganas de compartirlas?

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  7. Yo también tengo que digerirlo. Aunque coincido con @DivulCC: al principio de este hilo has hablado de que eres muy lógica, pero que eres 'espectadora' de poesía y teatro. eso ya es mucho más que bastantes intelectuales del área de humanidades, así que ¡enhorabuena! Y también por este fantástico resumen. Y porque una persona lógica saque a colación de este capítulo la novela de Frankenstein :)

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  8. Poco queda ya por decir que no hayáis dicho. Las cuestiones (muy buenas) planteadas por @antineutrina, las he ido tocando al responderos en los debates.

    La verdad es que el título del capítulo induce a error, y tras un espectroscopio de bolsillo y fuego frío cogí este con menos ganas. Y cuál no sería mi sorpresa cuando empieza a hablar de cortes de tejido y tinciones, y de reconocer enfermedades..., y como estoy empezando mi recorrido trabajando con cultivos celulares me he sentido identificada en varias partes del capítulo. Por ejemplo, cuando Sacks habla de su rechazo a las disecciones y como prefería tratar con plantas o con elementos de la tabla periódica. Eso expresa a la perfección porque elegí Química como carrera. En realidad, pretendía hacer bioquímica (yo quería ayudar a la medicina desde el lado de la investigación, supongo que influencia de visitar el una imagen, que dicen que vale más que mil palabras ;D

    Pero mi emoción se convirtió en horror cuando empezó con las malformaciones fetales y la disección. Sé que probablemente no estoy siendo justa al valorarlo, pero lo de la madre de Sacks me pareció sadismo puro y duro. Glups!

    Aunque consiguió volver a 'captarme' cuando habla del pie, y de que su madre los dibujaba como un ingeniero sus planos. Porque pensé: qué bonito que las distintas ciencias se interrelacionen, y tengamos un pie que sea una maravilla de bioingeniería, y que mal lo suelen pasar los médicos cuando estudian biofísica en primero (los planteamientos de física, aunque supongo que no a los futuros traumatólogos, les cuestan normalmente bastante).

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  9. Me gustaría aprovechar el último comentario de @2qblog para añadir una reflexión. Quizá removido por la crudeza del capítulo que nos ocupa; a lo mejor por el tema de la creatividad, de tan diferente percepción según surja en ciencia, arte o literatura; seguramente por las cuestiones planteadas por Aleleola y por su emotiva confesión: "creo que el pensamiento científico ha invadido mi mente hasta el punto de no poderme concebir sin él".
    Gracias a #TertuliasCiencia, todos los que participamos nos respondemos preguntas y, aún más importante, nos surgen muchas más que compartimos y que vemos enriquecer con cada comentario.
    Sin duda, @2qblog y @Ununcuadio, habéis logrado que esto funcione, y a través de vuestra/nuestra forma científica de ver las cosas, abrir enfoques insospechados que tanto aportan cada semana.
    Una "disección" de estas entrañables tertulias, un pequeño inciso para tomar conciencia de este lugar de encuentro, para celebrar la participación de tod@s quienes lo hacéis posible.

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  10. Como vuelvo a llegar tarde no voy a volver sobre los temas propuestos y tan bien han funcionado sino que comentaré lo que me ha parecido el capítulo.

    He flipado con la disección del pulpo. Su querida mascota muere y, con todo el cariño, se lo lleva para abrilrlo y aprender. Eso es dedicacióna a la ciencia.

    A los 11 años disecciona fetos con su madre y a los 14 a una chica de su edad. Voy entendiendo a Oliver, o sales un genio o te vuelves loco.

    Lo que más me ha gustado es la parte en la que reconoce que no tenía miedo a las reacciones químicas aunque fuesen peligrosas, porque las entendía, pero si a cruzar la calle por si le mordía un caballo.
    Entiendo que lo que conoces o te es familiar te aporta tranquilidad mientras que lo desconocido o lo que simplemente no puedes controlar te produce temores.
    Esto me lleva a todo lo que ya habéis comentado

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