Comenzamos nuestra andadura por la evolución humana de la mano de quien fue el primer “buscador” de nuestros antepasados, Eugène Dubois. A pesar de no tener formación paleontológica, tras leer a Charles Darwin y, sobre todo, a Ernst Haeckel (quien estaba convencido de que debíamos buscar nuestro origen en Asia), decidió marchar a las Indias Orientales Holandesas (lo que hoy es Indonesia). Allí desenterró una bóveda craneal a que designó como Pithecanthropus erectus (hombre-mono erecto) más conocido como hombre de Trinil. Pese a sus esfuerzos por hacer valer sus ideas, murió solo y sin reconocimiento alguno.
En el continente africano visitamos a Raymond Dart quien halló otro cráneo en una cantera, esta vez asignado al taxón Australopithecus africanus y conocido como el niño de Taung. Concluyó que se encontraba ante los restos de una criatura más simiesca que el hombre de Java a pesar de su gran parecido con los humanos, y que, por tanto, la cuna del hombre moderno había que buscarla en África (algo que ya había sido planteado por naturalistas como Charles Darwin muchos años antes). Esta pretensión encontró un fuerte rechazo debido a la mentalidad de la época que no podía soportar que estuviéramos relacionados con los africanos.
Hasta ese momento cada nuevo resto fósil que se encontraba recibía un nuevo nombre genérico y otro específico (haciendo inútil cualquier intento de clasificación), creándose de esta forma una maraña ininteligible y sin sentido de tipos de homínidos. A pesar de que Carl von Linné había sentado las bases de la clasificación taxonómica varios años antes, fue preciso esperar a la década de los sesenta del siglo pasado para que Francis Clark Howell pusiera un poco de orden.
Aunque Bryson no entre en esta cuestión, se hace preciso saber que la taxonomía es la teoría y práctica de la clasificación de los organismos y consta de dos aspectos diferentes: primero, es el proceso de clasificar organismos, clasificación que puede hacerse sobre la base de distintos criterios; y en segundo lugar, es el proceso de nombrar las unidades reconocidas según las normas establecidas por el Código Internacional de Nomenclatura Zoológica. Mientras que nombrar las unidades taxonómicas es un proceso objetivo que debe seguir unas normas claras establecidas en dicho código, el reconocimiento de las unidades y su incorporación en la jerarquía es una cuestión menos rígida ya que las bases de cualquier clasificación depende de las intenciones de la persona que la realiza. De ahí las discrepancias y enfrentamientos que, aún hoy, mantienen muchos paleoantropólogos en relación a la clasificación de los fósiles recuperados.
El trabajo se complica en cualquier caso dada la escasez de restos y debido también a nuestro desconocimiento de la relación existente entre las especies extintas. Los análisis moleculares han establecido que la divergencia entre los chimpancés y los humanos se produjo hace alrededor de 6 Ma. Con estos datos es más sencillo ubicar los nuevos hallazgos del registro fósil en una línea temporal más o menos definida (por ejemplo, si encontramos restos fósiles que podemos datar en 6 Ma de antigüedad, sabremos que están muy cerca del punto de divergencia entre humanos y chimpancés) aunque debemos tener presente que cuanto más nos acercamos a ese punto de divergencia mayores son las similitudes entre las especies y, por tanto, más complicada la clasificación.
Por lo tanto, si damos por bueno que los chimpancés y los humanos somos primates muy parecidos en bastantes cosas, pero también muy distintos en otras, habremos de concretar primero cuáles son esas diferencias y qué papel jugaron en el proceso de separación de ambos linajes. Hoy en día se postulan dos rasgos anatómicos que son propios en exclusiva de los homininos: el aparato locomotor necesario para la bipedia y el esmalte dental grueso en los molares. Por lo tanto, cuando se descubren los restos fósiles de un posible candidato a ser nuestro antepasado, lo primero que se hace es tratar de averiguar si cumple alguno de estos dos requisitos.
En la actualidad se reconocen generalmente tres géneros dentro de la familia homínida (o tribu hominina) que se corresponden con tres zonas adaptativas: Australopithecus engloba los primeros homininos que desarrollaron gradualmente el bipedismo; Paranthropus, la rama evolutiva (incluyendo a los australopitecinos robustos) que colonizaron los espacios abiertos de la sabana con una alimentación especializada en vegetales duros; y Homo, la rama que evolucionó hacia un encéfalo más grande y conservó de los australopitecinos algunos rasgos gráciles, comenzó a utilizar herramientas de piedra y evolucionó hacia una dieta más carnívora.
Hay un caso concreto en la paleoantropología que supuso un enorme impacto mediático y llevó el estudio de los fósiles a todos los hogares: Lucy. Se trata del hallazgo de un esqueleto bastante completo datado hace 3,18 Ma por el equipo de Donald Johanson y cuyas características anatómicas han permitido concluir que estaba adaptada para caminar sobre sus extremidades inferiores (era por tanto bípeda), aunque también era hábil trepando a los árboles. Se encontraba por tanto en un estadio evolutivo intermedio. Muchas de estas conclusiones siguen hoy en día debatiéndose, lo que demuestra lo complicado de esta disciplina.
Poco después del hallazgo de Lucy, Mary Leakey encontró unas huellas fosilizadas en un sustrato volcánico en Laetoli, Tanzania. Por la datación de las mismas se ha aventurado que quienes las dejaron fueron dos australopitecinos aunque desconocemos si realmente fueron dos, tres o más individuos, si pertenecían al mismo grupo o si formaban una familia como en ocasiones se les ha representado. De lo que no hay ninguna duda es de eran capaces de recorrer grandes distancias andando.
La situación estuvo más o menos estancada hasta que se a partir de 2001 se producen en poco tiempo una serie de hallazgos con una antigüedad estimada que va desde los 7 Ma a los 4,4 Ma: Sahelanthropus, Orrorin y Ardipithecus. Como vemos, están situados muy cerca del punto esperado de separación entre los chimpancés y humanos y todos se consideran antepasados nuestros, aunque muchos investigadores ponen en duda algunas de sus características considerando que son más simios que humanos.
Uno de los puntos clave de nuestro pasado evolutivo estuvo por tanto en el descenso de los árboles y el comienzo de la exploración de la sabana africana caminando erguidos. Esta forma de locomoción permitió recorrer distancias más largas, soportar mejor el calor y dejar libres las manos para la utilización de armas y herramientas.
Y así, hace unos 2 Ma surgió el género humano y comenzó la carrera de la encefalización. El aumento del cerebro fue otro de esos puntos clave en nuestro pasado. El enorme consumo de energía de este órgano precisó una mejora en la alimentación. Homo habilis es el primero de nuestros antepasados que utilizó herramientas (aunque muy simples). Homo erectus se considera como un punto de inflexión: todo lo que había antes de él era de carácter simiesco; y todo lo que llegó después de él era de carácter humano. Fue el primero que cazó, el primero que utilizó el fuego, el primero que fabricó utensilios complejos, el primero que dejó pruebas de campamentos, y el primero que cuidó de los débiles y frágiles. También fue de los primeros de nuestros antepasados que se aventuró fuera de África y colonizó otros ambientes.
En cualquier caso, aunque quedan muchos interrogantes por resolver, hoy en día se acepta generalmente que a partir de este momento se produjeron no una, sino varias salidas fuera del continente africano que han llevado a que el ser humano moderno haya conquistado todos los rincones del planeta.
Me ha parecido un capítulo algo farragoso. Es cierto que explicar nuestro pasado evolutivo no es nada sencillo y que hay muchos temas que tratar, pero al terminar de leerlo me he quedado con la sensación de una enorme confusión, que se ha limitado a destacar algunos aspectos pero ha dejado de lado tratar de dar un sentido al conjunto,
Mi propuesta para el debate, sin perjuicio de que cada uno ofrezca su visión del capítulo, es que opinemos acerca de qué nos hace humanos, cuáles son los rasgos que destacaríais que nos hacen diferentes de los grandes simios o de otros animales.
Me ha parecido un capítulo algo farragoso. Es cierto que explicar nuestro pasado evolutivo no es nada sencillo y que hay muchos temas que tratar, pero al terminar de leerlo me he quedado con la sensación de una enorme confusión, que se ha limitado a destacar algunos aspectos pero ha dejado de lado tratar de dar un sentido al conjunto,
Mi propuesta para el debate, sin perjuicio de que cada uno ofrezca su visión del capítulo, es que opinemos acerca de qué nos hace humanos, cuáles son los rasgos que destacaríais que nos hacen diferentes de los grandes simios o de otros animales.
Muy buen resumen, se me ha quedado un poco más claro que leyendo el capítulo (esta vez creo que Bryson no a acertado, coincido contigo).
ResponderEliminarCreo que algunas veces las infografías (gráficas, esquemas, dibujos, fotos...) superan con creces a los textos escritos para transmitir determinadas ideas, este caso creo que es un ejemplo.
La propuesta de debate es de armas tomar. Veamos, antes de meditar y por barrer para mi filosofía personal, creo que es la capacidad de controlar nuestras intuiciones, sentimientos...
No creo que sea la curiosidad, porque los animales la tienen.
Creo que es la experimentación. Más allá de aceptar lo que nos dice la intuición, el ser humano ha buscado evidencias de lo que pensaba, no se ha conformado con respuestas simples sino que ha buscado generalizaciones comprobables.
Creo que los animales tienen pensamiento mágico (¿algún estudio demuestra que no lo tienen?), creo que aceptan sus sentimientos e intuiciones sin necesidad de hacerlas objetivas (se quedan en la subjetividad).
Ya me podéis dar palos. Pero que conste que no me lo he pensado mucho, que me he tirado a la piscina y que creo que hay muchos peros en los párrafos anteriores. Si estoy equivocado cambio de opinión porque de esto la verdad es que entiendo poco (¿alguien entiendo algo?).
Un saludo y gracias por el resumen.
A mi también me ha parecido un capítulo bastante farragoso, le ha faltado un poco de orden, y el resumen lo ha dejado mucho más claro. ¡Buen resumen!
ResponderEliminarEl debate es muy interesante. Voy a empezar reflexionando sobre la idea de Juan Carlos. No creo que una de las cosas que definan a los animales sea el pensamiento mágico. Los seres humanos también lo tenemos, basta con salir a la calle, ver las noticias, etc. Eso a lo que nos lleva es a pensar que también somos animales, lo cual es cierto.
Por otro lado, creo que la experimentación no es sólo una capacidad humana, también lo es de los animales, la curiosidad que hablas también les lleva a experimentar. Otra cosa es que lo hagan de manera ordenada y lo hagan para plantear hipótesis y teorías. En el caso de los animales, lo hacen más bien en base a intuiciones o sentimientos, como dices de los humanos.
Sin embargo, también creo que tienes razón al decir que algo que define a los humanos es la capacidad de controlar nuestras intuiciones y sentimientos, y también la experimentación (además de la curiosidad). Con esto quiero llegar (después de reflexionar durante casi un día) a que no hay una sola cualidad que nos defina como seres humanos. Sino un conjunto muy amplio, al que hay que añadir muchas otras, como por ejemplo el pensamiento racional (e irracional, que desde un punto de vista psicológico es una cualidad importante del pensamiento humano y nos lleva a "sufrir mucho"). Además, el hecho de que muchas de estas cualidades las compartamos con los animales, quiere decir, desde mi punto de vista, que las tenemos que tener en un grado diferente a los animales, aunque no sabría definir esa escala, pero podría pasar por el grado de orden que he mencionado antes, u otras variables.
Me gusta mucho la propuesta de debate, me da la impresión de que tiene una componente filosófica mezclada con una componente científica muy interesante. Tengo ganas de ver más opiniones.
Un saludo
La cuestión tiene mucha miga porque como dice Jorge tiene profundas implicaciones más allá de la biología. ¿Venís a decir que el aspecto distintivo seria nuestra capacidad de desarrollar pensamientos abstractos (en un sentido general)?
ResponderEliminar¿Qué papel juega en todo esto el Lenguaje? (Si es que creéis que juega alguno)
¡Mira que avise que el tema tiene migas! Voy por partes.
EliminarMe parece muy adecuado incluir en el debate la idea de Jorge sobre grado de desarrollo de cada faceta (de hecho últimamente estoy buscando información sobre las emociones y uno de los textos que más me gustó hablaba de los grados).
Repito que no entiendo mucho y por eso pido información: ¿realmente no tiene cultura y lenguaje ninguna especie animal? hubiera pensado que sí (pero puedo estar influenciado por tanto documental pseudocientífico que por ahí)
Interesante la definición del comportamiento simbólico que das José Luis. Pregunto nuevamente (y esto es una hipótesis, no lo pensaba cierto como me pasaba con lo del lenguaje y la cultura) ¿realmente se ha demostrado que no tienen esa capacidad (crear mundos alternativos, reflexionar sobre el pasado y el futuro, imaginar cosas que no existen...)? Lo digo porque creo que algunas de esas capacidades podría ser que si pudieran alcanzarlas.
Tampoco domino el termino pensamiento abstracto, tiendo a mezclar definiciones (es una limitación mental que intento mejorar). Pero me imagino que el pensamiento abstracto puede ser de dos tipos objetivo y subjetivo y vuelvo a lanzar mi hipótesis en forma de pregunta ¿seguro que ninguna especie animal ha alcanzado pensamiento abstracto subjetivo?
Terminando mi comentario (de momento). Y recordando que se trata de una hipótesis:
Las intuiciones/sentimientos... (y otros comportamientos subjetivos) creo que están presentes en algunos animales superiores, sin embargo ser capaces de controlar lo que nuestra "mente subjetiva" nos dice y ser capaces de asumir/buscar los razonamientos más objetivos que podemos alcanzar en cada momento (según el grado de desarrollo de nuestra cultura) es una característica única del ser humano.
PDT. Sobre la religión, y con todo respeto, la considero algo subjetivo. Cuando surge (o cuando alguien abraza determinada religión) obviamente la siente como objetiva pero, como no pretende analizarla y mejorarla se convierte en algo que está finalizado. Es por ello que yo creo que realmente es subjetiva porque no la confronta con la realidad una vez que la ha asumido. Obviamente creo que está plagada de abstracciones pero repito nuevamente, creo que son abstracciones subjetivas y vuelvo a preguntar ¿se ha demostrado que todas las especies animales no alcanzan pensamientos mágicos (abstractos subjetivos)?
Lamento ser tan lego en esta materia y no ser capaz de expresarme correctamente, pero en el fondo creo que se me entiende y aquellos que tengáis más información podréis cuestionar mis hipótesis.
Realmente me importa. Yo siento que los seres humanos hemos llegado a donde hemos llegado por ser capaces de controlar nuestras intuiciones/sentimientos... pero sentir no es saber y lo que realmente me gustaría es saber (aunque al final la "realidad" sea algo distinto a lo que actualmente pienso)
Un saludo y vaya temica has planteado
José Luis, gracias por la referencia de Sussman, lo buscaré.
EliminarLo que planteas sobre el futuro o pasado, puede ser uno de los grados a los que hacía referencia en cuanto al lenguaje, pero también me parecen interesantes las ideas que plantea Juan Carlos sobre hasta donde han llegado otras especies animales a ese respecto. La verdad es que no tengo una respuesta y no sé si se ha llegado a realizar alguna investigación sobre ese tema.
Juan Carlos, lo que no me encaja es cuando dices que nosotros somos los únicos que hemos llegado a controlar nuestra mente subjetiva. Creo que muchos de nuestros pensamientos subjetivos vienen en parte de nuestra mente inconsciente (en base a experiencias pasadas) y esa, hasta donde yo sé, no la podemos controlar.
También coincido con José Luis en el tema de la religión, se podría incluir dentro del pensamiento abstracto, que no subjetivo. De hecho creo que es un pensamiento abstracto motivado por la cultura y el colectivo de personas. Podría ser una característica humana, aunque no sé si el hecho de que exista un macho alfa en grupos de animales, se podría asimilar al concepto del Dios o más al de líder (aunque dentro dependiendo de qué religión humana, tampoco hay mucha diferencia).
Interesantísimo debate. La verdad es que encontrar un solo rasgo distintivo puede ser difícil.
ResponderEliminarRecuerdo un vídeo de hace mucho tiempo (y que no consigo encontrar) donde se comparaba el comportamiento de un chimpancé y un niño de 4 o 5 años. Había una máquina donde se les enseñaba a los dos que haciendo una serie de movimientos salía un caramelo.
Después con la máquina transparente se le hacían los mismo movimientos pero se veía que no servían para nada, se podía coger directamente el caramelo. El chimpancé lo cogía directamente, el niño seguía realizando los pasos, que su instructor (aunque aquí me parece mejor llamarlo maestro) hacía para sacar el caramelo.
La diferencia creo que está ahí, estamos programados para aprender de un maestro, (con sus cosas buenas y malas) aprendemos y la transmisión del conocimiento está en nuestros genes, o no, no lo sé, pero era muy curioso.
Un saludo
Interesantísima idea. ¿Crees qué se podría comparar con lo que he dicho yo "ser capaces de cuestionar nuestras intuiciones/sentimientos... y no dejarnos llevar por ellas en todo momento"?
EliminarNo le veo relación, somos capaces de cuestionarnos nuestras intenciones, y eso es algo que puede ser distintivo de nuestra especie. Pero yo me refería a algo que precisamente lo contradice. No nos fiamos de nuestras intuiciones si tenemos a alguien a quien seguir y aprender de él. Una vez formados y depende de cada uno si se planteará lo aprendido.
EliminarAhí creo que hay un punto importante. Una vez formados depende de nosotros el aplicar o no lo que hemos aprendido. Me viene a la cabeza los animales que son criados en cautividad con los humanos y que son mansos (aprenden del profesor), pero cuando son puestos en libertad, desaprenden lo que han aprendido y se guían por los instintos (aunque creo que veo demasiados documentales de La 2)
EliminarNo ha aparecido mi comentario anterior. ???¿¿
ResponderEliminarNo eran estos vídeos los que decía pero es parecido.
https://www.youtube.com/v/knnOh-MlUwI%26fs
https://www.youtube.com/v/SFNqzxkEoc8%26fs
En el comentario anterior decía que la diferencia estaba en los maestros. Los humanos seguimos a los maestros y transmitimos el conocimiento. Mientras que los chimpancés siguen una actuación lógica y cuando ven que los movimientos no sirven para nada van directamente a por el caramelo.
Un saludo
Si definimos cultura como el conjunto de conocimientos, ideas, comportamientos etc. que se transmiten entre miembros de una población sin intervención de la genética (por ejemplo) está claro que hay muchos casos de cultura en el reino animal.
ResponderEliminarNo solo muchos chimpancés emplean herramientas para obtener alimento, sino que enseñan esas técnicas para que otros puedan hacer lo propio. Es el caso de los macacos japoneses, que aprenden de sus compañeros a lavar las patatas en el mar para quitarles la suciedad, y las hembras chimpancés enseñan a sus crías cómo utilizar correctamente piedras para partir nueces.
Si los animales aprenden unos de otros de forma similar a como lo hacemos nosotros, creo que podemos asumir esto como cultura.
Bajo mi punto de vista, la diferencia está en el grado como sostiene Jorge
Después de ver el video se me han roto los esquemas, sobre todo con lo que vemos que está pasando en el mundo entre seres humanos.
ResponderEliminarDespués de todo esto, sólo se me ocurre que lo que nos distingue es que somos capaces de destruirnos unos a otros por puro egoismo y no por supervivencia o necesidad. Y además lo hacemos sin ninguna compasión (cosa que en el video queda claro que la hembra de gorila si tiene)
No creo que estés diciendo incongruencias Juan Carlos, de hecho tu aproximación es bastante científica (que de eso se trata), has observado y tienes una hipótesis. Ahora hay que demostrarla (y eso no te toca a tí, así que puedes seguir pensando en ella o modificarla con lo que sigas observando). Yo al menos, no soy capaz de decirte si la hipótesis es correcta o no.
Yo creo que sí tenemos compasión, y mucha. El problema es que a veces nos la quitamos de encima con una facilidad pasmosa.
ResponderEliminarMirad este vídeo:
http://youtu.be/A_o9ud8zlM8?t=4m11s
Es de los documentales planeta-humano. A pesar de ser capaces de comerse los monos que vienen de la selva, se quedan como mascotas las crías, y las crían, literalmente.
Lo que nos diferencia supongo que será el grado de conocimiento al que hemos conseguido llegar. Pero no sé muy bien cómo hemos llegado.
Y por cierto. Sí, vemos demasiados documentales de La2. XDD
ResponderEliminar¡Cuántas cosas! Y llego más de dos semanas más tarde :P
ResponderEliminarEn primer lugar, ayer durante las casi 4 horas de tren, fui leyendo los capítulos de Bryson que me quedaban (eran muchos). Probablemente estuviera influida por la alegría de empezar las vacaciones y de venir a ver a mi familia, pero no he sido tan crítica con Bryson como en otras ocasiones :) y me ha gustado mucho estos capítulos dedicados a la antropología... por los argumentos que siempre defiende @2qblog: me ha despertado el "gusanillo". Mientras iba leyendo, me surgían muchas dudas acerca de si lo que ponía estaba desfasado por los nuevos descubrimientos (genoma de denisovanos, etc.) y si Bryson estaría incurriendo como en los capítulos químicos en incongruencias por falta de rigor. El caso es que hasta ahora no había sentido la necesidad de ponerme a investigar ni la emoción de descubrir los orígenes de nuestra especie con tanta intensidad hasta el libro de Bryson.
Recordaba las magníficas entradas de José Luis y pensaba freírlo a preguntas xDDD Por ejemplo: no sé si en este capítulo, en el anterior o en el siguiente... se menciona que es difícil demostrar si hubo cruzamientos entre las distintas especies de homininos. ¿Es cierto? Si lo es, ¿por qué? Una duda abierta: ¿por qué si hubo tantas especies de homínidos, se han extinguido todos, y solo quedamos los Homo sapiens modernos, y el eslabón anterior, los chimpancés? Es una idea que despierta mi interés y hace volar mi imaginación un poco ciencia-ficcionalmente xDDD y más después de leer que los Neandertales eran más humanos que simios.
El debate planteado es muy interesante. Me quedo con la hipótesis de @2qblog, porque me ha hecho recordar algo que escuché decir una vez: los animales ante un estímulo, reaccionan inevitablemente por instinto. En el caso del hombre, es como si se hubiera cortocircuitado: podemos seguir el instinto o no... El ejemplo concreto es que si un animal tiene hambre, y ve comida, se lanza a comerla. En cambio, el hombre puede decidir otras cosas: no como porque estoy absorbido por mi trabajo o lo que sea, porque quiero adelgazar, etc., etc. No sé si tiene mucha base científica xD pero me parecía que venía a cuento.
¿Qué nos hace humanos? Me lo he preguntado muchas veces y lo he abordado con poco éxito en alguna entrada. También José Luis ha escrito en Hablando de Ciencia sobre el tema. Sé que @biotay en sus charlas, pretende bajarnos del pedestal de Homo sapiens xD poniendo ejemplos de animales que tienen lenguaje, cultura, etc. Sin embargo, yo no creo que sea una cuestión de grado sino algo "más". Intentaré explicarme: los animales pueden tener cierto pensamiento abstracto/mágico/subjetivo/etc. pero no han desarrollado la ciencia: unos métodos que nos permiten obtener un conocimiento parcial pero cierto del mundo que nos rodea. Por mucho que haya delfines capaces de usar herramientas o el lenguaje de los animales (quería poner la charla de @biotay en Bilbao 2012, pero no soy capaz de conseguir el vínculo) no creo que sean capaces de desarrollar algo ni remotamente parecido a una investigación científica. Poniéndome en plan chestertoniana (que ya sabéis que me encanta) nos hicimos "humanos" cuando empezamos a contar historias: nos apasiona la literatura, los cuentos, las historias, el marujeo, la mitología,... También dejo aquí una frase del capítulo 29 cuando habla de las herramientas que hacían los homínidos: "Es como si las hubiesen hecho por el puro placer de hacerlos". ¡Creo que es una pedazo definición de arte! Y sinceramente para mí eso es lo que nos hace humanos: ciencia, arte, literatura :D
Como JC me "pica" por Twitter jajaja. Mi afirmación de que cultura, literatura y ciencia son "ontológicamente" diferentes a la creatividad animal, no se refería a qué método de los tres es el mejor o mejores para generar conocimiento cierto, sino a que los tres son aspectos "humanos", generados por el mismo cerebrito (acumulando saberes desde hace unos siglos)
EliminarNo te pico,me ayudas a resolver mis dudas. Centrándome en tu último comentario.
Eliminar· Yo creo que cultura es todo aquello que es acumulación de saberes, costumbres, éticas... de una sociedad -> creo que las comunidades animales tienen su "cultura" aunque separada de la nuestra en un grado superlativo.
Pero no estoy seguro de que sea algo radicalmente distinto, salvo porque tenemos mucho más desarrollados esos "saberes", costumbres, éticas... y porque somos más eficientes en la acumulación porque hemos desarrollado poderosas herramientas de comunicación (lenguaje, escritura...).
· La Literatura (Arte) la veo como una modificación de esa herramienta de comunicación llamada escritura, una bella modificación que busca emocionarnos con las historias que nos cuenta -> obviamente los animales no han desarrollado literatura, no han llegado ni a un código escrito complejo.
Pero imagino/creo que algunos animales si que usarán las marcas "escritas" para comunicarse, pero la verdad es que no lo sé ¿alguien lo sabe?. Por ello sigo pensando que esto tampoco es sustancialmente distinto, aunque obviamente si que es algo mucho, muchísimo, más desarrollado por nosotros.
· La Ciencia si que creo que es algo que ni por asomo hacen los animales. Y no porque no puedan pensar y razonar, no porque no puedan aprender procedimientos, no porque no sean creativos... es porque creo firmemente que hay tener una "estructura mental" muy compleja para aceptar que tenemos sesgos cognitivos, decidir que sobre aquello que podemos medir debemos de intentar buscar evidencias objetivas (no quedarnos en la observación/curiosidad) y desarrollar métodos para verificar nuestras hipótesis/impresiones.
Creo que eso necesita unos mecanismos mentales que solo nosotros hemos desarrollado, pero quizás esté equivocado ¿alguien tiene algún dato a favor o en contra?
Hmmm... no estoy del todo segura pero me quiere sonar que hay una hipótesis (no sé si lingüística o qué) de que nuestro pensamiento (luego, cultura y todo eso) viene precisamente de la aparición del lenguaje. Algo así como el mito de Prometeo, que robó el fuego de los dioses para los mortales.
EliminarEn cuanto al Arte yo diría que hay que tener una serie de aptitudes bastante desarrolladas (y ahora mismo estoy pensando en el arte rupestre, quiero decir, en las primeras manifestaciones artísticas): reconocimiento de uno mismo y del mundo que le rodea (animales, escenas habituales, etc.), representación de tal forma que sea reconocible no solo para sus contemporáneos sino para gente de su especie de siglos y siglos después. No sé, lo veo todo como un conjunto global en la "evolución humana", pero vaya, que también puedo estar equivocada :P
Veo que las tertulias no acaban aunque se acabe el libro... ¡bien!
EliminarMe gusta lo que dices en el último párrafo y creo que es importante: reconocimiento de uno mismo y del mundo que le rodea. Aunque estoy dándole vueltas a si los animales son capaces también de ello, porque me pregunto si los animales no son capaces de reconocer lo que les rodea desde una perspectiva racional (a su manera) o admirar una representación como si fuera una obra de arte. No sé, me gustaría saber que se les pasa a los gatos, por ejemplo, cuando se quedan embobados mirando por la ventana lo que pasa por la calle.
Bienvenida de nuevo! Voy a comentar una de tus dudas. El tema del cruzamiento de especies humanas en el pasado es muy difícil de establecer. Para restos muy antiguos solo contamos con huesos fósiles (y muy escasos) y a partir de ahí es complicado establecer relaciones genéticas. En el caso del ADN más antiguo secuenciado hasta la fecha (400.000 años en Atapuerca) se ha logrado después de muchos esfuerzos técnicos (conseguir una muestra pura sin contaminación, suficiente cantidad de ADN etc.) y muchos análisis computacionales. Desde luego, el laboratorio de Pääbo en el Max Planck es el más importante a nivel mundial y aún están enfrascados con los resultados de la niña de Denisova y el ADN neandertal. En cualquier caso, estos estudios han demostrado que siguen faltando piezas importantes en el puzzle de la evolución humana.
ResponderEliminarRespecto a que sólo quedamos los sapiens hay muchas hipótesis, pero bajo mi punto de vista tanto los neandertales como nosotros teníamos más o menos las mismas posibilidades. Creo que los neandertales estaban más adaptados a climas fríos y eran menos numerosos; nosotros en cambio éramos más numerosos y más versátiles (si este adjetivo puede aplicarse). Esta circunstancia fue determinante para llegar a desaparecer aunque no del todo porque no hay duda de que parte de nuestro código genético proviene de ellos.
Deseando leerte en El viaje más largo :D
EliminarNo sólo gran parte de nuestro código genético viene de los Neandertales, sino que también lo compartimos con los animales, ¡incluso con las moscas! Son cosas que se me escapan y creo me vienen demasiado grandes...
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