sábado, 4 de abril de 2015

Mala Ciencia: 13) Por qué hay personas inteligentes que dan crédito a cosas estúpidas

En este capítulo Goldacre trata de responder a una pregunta que yo me he hecho muchas veces: ¿por qué hay personas inteligentes que dan crédito a cosas estúpidas? Pues bien, al parecer, el problema está en nuestra intuición. Nuestro cerebro, en ocasiones, utiliza atajos de razonamiento, útiles para desenvolverse en situaciones sencillas, pero que pueden conducir a conclusiones erróneas cuando el asunto que tenemos entre manos tiene cierta complejidad. Cuando razonamos de forma “informal”(sic) corremos el peligro de caer en la trampa de lo que Goldacre denomina “ilusiones cognitivas” (por analogía con las ilusiones ópticas). Se trata de un conjunto de fenómenos estudiados por la psicología cognitiva y con soporte empírico, de las que destaca seis que resumiré a continuación. El estudio sistemático de los sesgos cognitivos es relativamente reciente, comenzó a finales de los años sesenta del siglo pasado y sus pioneros fueron dos científicos israelíes, Amos Tversky y Daniel Kahneman (en la foto).

                 

ALEATORIEDAD

Una de las características más fascinantes del cerebro humano es su capacidad para reconocer patrones. Es una tarea titánica para una máquina y de hecho, una de las cuestiones más complicadas de resolver en inteligencia artificial. Sin embargo, para nosotros es algo sencillo, casi inevitable y llegamos a reconocer formas incluso donde no las hay. Esta capacidad para identificar pautas resulta extremadamente útil cuando nos enfrentamos a sucesos que se rigen por un principio de causa-efecto, pero cuando no es este el caso, puede resultar nefasta, como ocurre con los sucesos aleatorios. Si lanzamos una moneda al aire y apuntamos la secuencia de caras y cruces que aparece podríamos interpretar como rachas algunas tandas de resultados que se repiten cuando en realidad se trata sólo del azar. He hecho la prueba y esto es lo que obtengo tras unos cuantos lanzamientos: O, O, X, O, O, X, X, X, O, X, X, X, O, O… Al parecer cuando se expone a sujetos experimentales a esta secuencia aleatoria es frecuente que interpreten las secuencias de valores que se repiten como rachas de suerte.


No hay mala fe en el jugador que piensa que está en racha, sólo un conocimiento inadecuado de los caprichos del azar. Así mismo, no tiene ningún sentido que un médico base su diagnóstico en su experiencia particular que estará, necesariamente, limitada a una pequeña cantidad de casos. Y es por eso que en medicina son necesarios estudios estadísticos que permitan discriminar las causas y efectos reales de lo que es puro azar.


REGRESIÓN A LA MEDIA
La regresión a la media es un interesante fenómeno estadístico que se debe a las fluctuaciones que ocurren alrededor del valor medio de una variable. En resumen cuanto más extrema sea una realización dada de un fenómeno más probabilidades habrá de que en la siguiente el valor trate de compensar ese valor extremo y por lo tanto sea un valor más próximo al valor medio. Esto tiene interesantes consecuencias cuando lo trasladamos a situaciones cotidianas de salud y enfermedad. Por lo general lo normal es encontrarse bien, en ausencia de problemas graves de salud, podríamos decir que no reparamos en nuestro estado. Pero hay ocasiones, en que por diversos motivos como pueden ser la falta de sueño, el cansancio o alguna enfermedad leve, podemos encontrarnos mal. Es en estas ocasiones (que podemos considerar una fluctuación respecto al estado normal) cuando solemos recurrir a ayuda (al médico en el mejor de los casos) y lo que suele ocurrir es, sorpresa,... ¡que mejoramos! Esto, con casi total seguridad, habría ocurrido igualmente sin necesidad de ayuda debido a la necesaria regresión al estado más probable de normalidad. En definitiva, este fenómeno proporciona una explicación sencilla a las curas milenarias, chamanes, homeopatías y a la gran mayoría de veces que mejoramos tras una visita al médico de cabecera.


En este sentido, me parece interesante comentar lo que empieza a plantearse como uno de los retos por resolver más urgentes de los países desarrollados y altamente medicalizados: el sobrediagnóstico y el sobretratamiento. En esta línea Juan Gérvas, cual moderno pepito grillo, nos insta a repensar qué significa estar sano y nos recuerda que en nuestra cultura, la enfermedad gana cada vez más terreno y se está apropiando de condiciones que antes teníamos como naturales. Cualquiera que haya vivido recientemente un embarazo sabrá a lo que me refiero (y cuidado que no simpatizo para nada con el rollo de las doulas). Perdonad que sea insistente con este tema (y un pelín, pero sólo un pelín “off topic”) pero me parece que este sesgo es muy grave en la medicina y está fuertemente vinculado al auge de las alternativas a la medicina. Me sorprende que Goldacre pase por alto este asunto. Véase si no la noticia que ayer mismo publicaba El Correo: Un 16% de los españoles en edad adulta padecen dolor crónico.¿Estamos creando enfermos dónde no los hay? 


EL SESGO HACIA LA EVIDENCIA POSITIVA Y EL DEBIDO A CREENCIAS PROPIAS
Confieso que la explicación de Goldacre me resulta muy confusa, y el tema es muy complejo. Entiendo que se refiere a un fenómeno particular que juega un papel importante en el sesgo de confirmación por eso los comento juntos. La Wikipedia define el sesgo de confirmación como la “tendencia a favorecer la información que confirma las propias creencias o hipótesis”. Por cierto, el artículo de la Wikipedia dedicado a este tema es fantástico y mucho de lo que sigue está extraído de allí.
QuienEsQuien.jpg
Acerté quién es quién ¡y gané!. Esto empieza a parecer Yo fuí a EGB ;-)

En particular, en lo que se refiere al sesgo hacia la evidencia positiva, está relacionado con la búsqueda sesgada de información. Lo que se ha observado es que ante una situación dada en la que tengamos que plantear una hipótesis, tendemos a buscar pruebas compatibles con esa hipótesis. Así,  en vez de buscar entre todas las pruebas relevantes, tendemos a plantearnos preguntas formuladas de modo que una respuesta afirmativa apoye nuestra hipótesis. Veamos lo que quiere decir esto en situaciones simples (que al fin y al cabo es lo que se ha estudiado a nivel experimental). Supongo que todos recordáis el juego “Quien es quien” (véase la imagen) pues bien, de acuerdo con el sesgo de confirmación, si estuviésemos convencidos de que el personaje oculto es George, la tendencia sería a hacer preguntas como: ¿tiene sombrero? ya que esperaríamos una respuesta afirmativa confirmatoria (y eliminar 19 candidatos). Nótese que podríamos haber preguntado si sonríe, con lo cual habríamos eliminado también a 19 personajes, pero tras una respuesta negativa.

En principio, esta estrategia de pensamiento no tiene nada de malo, por lo que la preferencia por las pruebas positivas no puede considerarse como un sesgo en sí mismo. Sin embargo, en conjunción con otros efectos, esta estrategia puede confirmar creencias o suposiciones existentes, independientemente de si son verdaderas jugando así un importante papel en el sesgo de confirmación.

DISPONIBILIDAD
El sesgo de disponibilidad (o heurística de disponibilidad) consiste en la realización de una predicción sesgada, debido a la tendencia a centrarnos en los sucesos más sobresalientes, más familiares y emocionalmente cargados. Así al juzgar una probabilidad esta tiende a estar influenciada no por acontecimientos objetivos sino más bien por la experimentación emocional del sujeto o a través del suceso más sobresaliente que haya sufrido este. En definitiva, tendemos a otorgar mayor peso a la información que nuestro cerebro tiene más a mano, la que tiene más disponible.

Este fue uno de los primeros sesgos cognitivos estudiado por Tversky y Kahneman en el año 1973 con un curioso experimento. A un conjunto de personas se les realizó la siguiente pregunta: ¿si elegimos una palabra al azar de un texto (en inglés), qué es más probable que empiece por la letra K, o que la K sea la tercera letra de la palabra? La mayor parte de los sujetos contestaron que lo más probable es que la palabra empezase con la letra K cuando en realidad, en inglés, en un texto típico, existen el triple de palabras en las que la K es la tercera letra que palabras que empiecen por K. La explicación que dieron Tversky y Kahneman a esto es que es mucho más fácil pensar en palabras que empiecen por K por lo que el sujeto encuentra más ejemplos del suceso más improbable que juzga, erróneamente como más probable, debido a su disponibilidad.

ProbabilidadLetras.png
Frecuencia de aparición de las letras según su posición en la palabra en lengua inglesa. Revisión de los trabajos de Mayzner realizada con google Ngram por Peter Norvig
Una nota curiosa. Tversky y Kahneman tomaron como base para su investigación los estudios que Mayzner y Tresselt realizaron en el año 1965 sobre la ocurrencia de las letras en lengua inglesa según su orden. Estos estudios han sido revisados recientemente por Peter Norvig a petición del propio Mark Mayzner y al parecer la afirmación de que la K es tres veces más probable como tercera letra de una palabra que como primera no es cierta. No obstante, el mismo estudio se realizó con otras 4 letras (L, N, R, V), para las que esta diferencia en la probabilidad de aparición entre primera y tercera posición es más clara, obteniéndose los mismos resultados. En cualquier caso la conclusión no depende tanto de la veracidad de la premisa como de la estrategia de pensamiento que parece confirmada.

INFLUENCIAS SOCIALES
Ante un hecho controvertido, un individuo puede equivocarse, pero es muy probable que un grupo de personas se equivoquen seguro. El refuerzo comunal es el fenómeno que hace que una afirmación pueda convertirse en una creencia fuerte por la reiterada aseveración por parte de los miembros de una comunidad. Nuestro afán de integración a un grupo nos traiciona y llega a ser más poderoso que nuestros sentidos o nuestra inteligencia. Se trata de una sunto conocido por todos. Creo que es uno de los sesgos más evidentes y del que somo más conscientes.

OTROS SESGOS
Goldacre termina citando otros sesgos bien conocidos como el sesgo atributivo que hace que nos consideremos responsables de nuestros éxitos mientras culpamos a otros de nuestros descalabros o la tendencia a asumir que las características positivas (o negativas) siempre aparecen agrupadas. Puede encontrarse una completa recopilación de sesgos cognitivos y su explicación en la Wipkipedia.

El repaso que hace Goldacre dista mucho de ser completo y tras mi brevísima incursión en el mundo de la psicología cognitiva mi impresión es que el tema es muy complejo y que una comprensión adecuada de los sesgos cognitivos requiere de muchas horas de estudio. No obstante Goldacre transmite la idea principal de que, en determinadas cuestiones, no podemos fiarnos ni de nosotros mismo y que la única aproximación a la verdad tiene que ir de la mano de la estrategia sistemática característica de la ciencia.

CUESTIONES PARA EL DEBATE

  • ¿Os parece que Goldacre da una visión demasiado simplificada? Según parece los sesgos no actúan en todas las personas por igual, ni todo el tiempo y es su interrelación lo que crea problemas.
  • ¿No os parece que Goldacre peca de maniqueísmo en su exposición? Muchos de estos problemas afectan por igual a los estudios científicos y los que los hacen y como he comentado, el mismo sesgo de regresión a la media puede en realidad tratarse de un grave problema de la medicina.
  • Por último. Confieso que, aunque el capítulo cumple con su cometido, he echado en falta un análisis más profundo sobre las soluciones a este problema. Goldacre se limita a decir que la ciencia es el camino (opinión que comparto). Pero echo en falta un análisis más profundo a nivel social. La ciencia, no va a florecer en una sociedad que no confíe en ella y presentarla como una solución ideal creo que es un error. La estadística tiene sus problemas y creo que debería transmitirse una visión más madura y menos fraudulenta de la actividad científica.