En este segundo capítulo de "El tio Tungsteno", Oliver Sacks nos introduce en el hogar donde creció y se desarrolló su infancia. Nos conducirá de la mano a través de las distintas habitaciones que formaban la casa, a las estancias mágicas (sus padres eran médicos) y él se fascinaba contemplando los utensilios propios de la profesión. Nos dejará asomarnos a la sagrada biblioteca y nos mostrará como reinaba en su casa un ambiente de lectura. Así mismo permitirá que contemplemos las colecciones de monedas que tanto le fascinaban y nos invitará a que asistamos a las múltiples visitas que recibía ese hogar por parte de familiares y tíos. Como dice el propio Sacks: "el escenario mítico en el que se desarrollaba mi vida".
Temas a debatir:
¿Cómo creéis que influyó vuestro hogar, ambiente o condiciones en vuestra infancia? Tanto positiva como negativamente.
¿Para vosotros vuestra casa también era un enorme " laboratorio" donde investigar?
¡¡Qué comience el debate!!
Buenos dias a todos, voy a ir abriendo el debate porque no se cuando podré pasarme de nuevo por aquí.
ResponderEliminarEn mi caso, tanto mi hermano como yo fuimos introducidos en el mundo de la lectura desde bien pequeños. No era algo impuesto sino un proceso natural, veíamos a mi padre en cualquier momento libre del día con un libro entre las manos. O sea que para nosotros era algo tan natural como cepillarse los dientes o lavarse las manos. No obstante mi hermano si desarrolló un voraz apetito por la lectura desde bien pequeño y lo mio fue mucho más tardío. Siempre he pensado que el poso estaba ahí y en un momento dado prendió. No digo que esto sea así siempre pero considero que el ambiente de nuestra infancia crea una huella indeleble aunque pueda tardar en salir o no lo haga de forma clara. Yo posteriormente empecé a interesarme por la ciencia aunque en mi casa no hubiera visto esa atracción. Por eso creo que lo más importante es fomentar en los más pequeños inquietudes desde bien temprano siempre mediante el juego e incentivando o más bien manteniendo su curiosidad innata.
Un saludo a todos..... y que comience el espectáculo!!
Dan Cuantosycuerdas.
Yo tampoco sé cuanto tiempo tardaré en colocar mi comentario. Pero estoy de acuerdo con el tuyo, los padres deben de ser referentes de valores, actitudes, capacidades...
ResponderEliminarUn saludo y esta tarde colocaré mi comentario: pienso relacionar el capítulo con las manifestaciones de "Sin Ciencia no hay futuro"
Creo que es fundamental el entorno pero también la inquietud de las personas por saber, conocer, descubrir.
ResponderEliminarRecuerdo mi infancia sin muchos libros, desde pequeña invertía parte del dinero que me daban en cuentos (que aún están por algún cajón, alguna estantería), con mi madre en el hospital, casi siempre, pero con una idea muy clara mi hermana y yo estudiaríamos todo lo que se pudiera. Mi madre comentaba en montones de ocasiones que prefería ir en zapatillas (no había mucho dinero) a que no hiciéramos unos estudios.
Ella ha sido siempre una autodidacta, sus hermanos pudieron estudiar pero ellas aprendieron lo que se suponía que debía saber una mujer, en las monjas borda que te borda (tiene unas sábanas preciosas), le hubiera gustado estudiar astronomía, genética, cualquier cosa y no pudo porque en su familia en las chicas estudiar estaba mal visto. Tengo que decir que tiene una entra preciosa, para mi la quisiera, y una inquietud por seguir conociendo muy loable a sus 80 años.
Nunca pensé que fuera a hacer otra cosa que estudiar.
Recuerdo a mi madre siguiendo a mi profesor de genética, La Cadena, que daba charlas, salía en la tele y lo más curioso leyéndose el libro de genética de 3º de Biológicas para comentar las cosas que era capaz de entender cuando teníamos un ratito.
Podía cuestionarse en casa si se compraba un pantalón, unos zapatos pero un libro era necesario y se compraba.
Todo esto me hizo ser lo que hoy soy, ni mejor ni peor, pero una apasionada por la ciencia y por el derecho al acceso a los estudios de todas aquellas personas que lo deseen independientemente de su sexo o su estatus social.
Solo por leer comentarios como este, de personas a las que estaba deseando de leer, merece la pena #TertuliasCiencia.
Eliminar+1 por el comentario.
EliminarEn una línea diferente, pero relacionada, me gusta tu visión sobre la no dependencia exclusiva del entorno en el desarrollo de los seres humanos.
ATENCIÓN: lo que digo a continuación lo comento sin tener ni idea de neurología.
Estoy muy de acuerdo: creo que no nacemos todos con el mismo disco duro idéntico y en blanco, sino que las estructuras neuronales de cada uno le harán más propenso a desarrollar unos intereses u otros (aunque el entorno sí puede ser un factor muy limitante en casos extremos, obviamente).
PD: gracias al administrador por la recomendación de la lectura, de parte de @CienciaDeSofa.
Genial comentario Margarita!! Coincido con @2qblog y creo que reflexiones como la tuya hacen que esto merezca la pena. Me parece muy interesante un tema que comentas, el de personas como tu madre que a sus 80 años tenga una mente viva y despierta, un afán de conocer, de aprender y descubrir envidiable. Igual de importante es el fomentar la curiosidad en los más pequeños como el intentar que su llama no se apague en nosotros con el paso del tiempo. Cuando veo personas mayores así pienso "eso quiero yo para mí". La madre de una amiga mia queda con su vecina para "bajarse" patrones de punto de Internet. Me descubro ante ellas.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu participación.
Un saludo.
Me parece fundamental lo que dices, recuerdo a los amigos de mi hija cuando venían a casa, por entonces teníamos una habitación con estanterías hasta el techo llenas de libros, ahora tenemos dos... Les gustaba a ellos decir y a mi oírlos vamos a la biblioteca... Era curioso como dejaban los juguetes por explorar libros, instrumentos de música, que también había muchos. El gusto por los libros se consigue con el contacto. En casa nunca hemos tirado un sólo cuento, menuda era mi hija para eso. Se podía y se sigue haciendo, comprar libros para compartir con otros niños pero los suyos los sigue conservando, yo conservo los míos. Volviendo a mi madre, sigue viniendo a casa con trozos de periódicos en los que aparece alguna noticia científica, de medicina, ... Si supiera utilizar estos medios aportaría muchas ganas por seguir descubriendo.
ResponderEliminarBuenas a todos! En mi caso, desde bien pequeño la ganas de descubrir y saber cosas fue gracias a mis padres. Y como en el caso de Margarita, mis padres ni estudiaron o no les dejaron estudiar lo que querían, y con mi hermana y conmigo siempre se han volcado para hacer todo lo posible por tener unos estudios. Me compraban libros de historia y de ciencia. Siempre aprendiendo cosas. Me acuerdo de una cosa curiosa, cuando venía visita a casa y veían tanto libro en las estanterías, el comentario absurdo era: "Es que a Sergio le gusta mucho los libros y le gusta estudiar", y yo pensaba, NO!, lo que me gusta es aprender. Así que esto puedo decir de mi de la atmósfera que envuelve mi casa. Ahora soy yo el que les explica cosas a mis padres :) Saludos!
ResponderEliminarEs una lástima que la gente confunda estudiar con aprender.
EliminarUn saludo
@carvaser. Buenos dias a todos. Me gusta esta iniciativa.
ResponderEliminarA pesar de no ser profesor, de no ser físico, biólogo, quimico o neurologo, mi pasión tanto de leer como de aprender más, concretamente de fisica, me ha hecho ver un mundo muy diferente al que yo estaba acostumbrado. De pequeño siempre tuve la inquietud de mirar en el interior de las cosas, en ese momento ni siquiera sabía por que, pero las costumbres te acompañan hasta que el dia menos pensado descubres tu pasión, aquello que te llena, te engancha de tal manera que no puedes parar!!!. No estoy seguro de que ésta vendrá de mi infancia, ya que la fisica nunca me gustó, posiblemente por que nadie me la supo explicar bien o por que no estaba preparado aún para ella. Con esto quiero decir que no siempre la infancia te marca el camino a seguir en la madurez, es como los genes, puedes tener la secuencia de un cáncer o cualquier otra enfermedad, pero si no hay circunstancias para que se activen, jamás lo harán!! Este es mi caso
Hola a todos y bienvenidos a 'los nuevos! ¡Qué gran historia nos ha regalado Margarita, felicidades por tu madre!
ResponderEliminarEstá bien que esta semana dejemos descansar a los profes, y la tomemos con la familia xD, además Oliver Sacks nos permitirá hablar de colegios en otros capítulos.
Curiosamente @cuantosycuerdas yo también seleccioné la frase del "escenario mítico de la infancia" xD, es muy gráfica! Y me quedaba con dos cosas del capítulo: la sagrada biblioteca, y la fascinación/miedo que siente Sacks ante el lenguaje médico de sus padres. Por lo que puedo recordar (de mis hermanos y de mí), a los niños les gusta aprender palabras nuevas, o se las inventan por lógica como cuando empiezan a conjugar los verbos. Quizá sería una ventana a aprovechar para enseñar ciencia, no lo sé.
Pienso que leer se contagia con el ejemplo. Yo vi a mis padres leyendo e interesados en que yo leyera, y pronto, mis hermanos me vieron leyendo a mí o a los mayores, y ahora somos una familia de ratones de biblioteca. Mi hermana pequeña incluso usaba enciclopedias para niños porque le encantaban los dibujos esquemáticos de animales y la explicación que los acompañaba. Hay libros que resultan atractivos (colores, dibujos) y que explican conceptos básicos de ciencia (biología, etc.) con los que los niños pueden conectar.
En cuanto a mis experimentos, jejejeje, conseguí convencer a mis hermanos para usar jabón en lugar de pasta de dientes (nos cayó una buena bronca); las cenas si el adulto salía de la cocina, era la hora de investigación: probar distintos sabores mezclando lo que teníamos en el plato o vaso, jajaja.
A parte de los libros en casa se puede vivir la Ciencia con otras "herramientas de curiosidad" Y me refiero a los juegos, como por ejemplo el "quimicefa" Valientes los padres que compraban y compran ese tipo de juegos jeje.
ResponderEliminarY por otro lado la televisión, sí la caja tonta, pero que bien conducidad puede dejar una magnífica impronta. Félix Rogígues de la Fuente y Carl Sagan con Cosmos marcan. A mí me lo hicieron. ;)
Jajaja...
EliminarMe imagino que el libro te lo habrás leído en alguna ocasión. Desde mi punto de vista en este libro cobra todo su sentido tu frase: Valientes los padres que compran el "quimicefa".
Por cierto, aviso a navegantes, yo jamás he recomendado este libro a mis alumnos: Admiro la valentía del profesor que lo hace (mucho más que la del padre que le compra el "quimicefa").
Un saludo
Héctor, ¡no te olvides de internet! Está muy demonizado, pero es la mejor base de datos del mundo y puedes ampliar tus conocimientos muchísimo si aprendes (y enseñas) a usarlo bien.
EliminarMuy de acuerdo!
EliminarHace poco estuve en un congreso de didáctica de la historia de la ciencia, y hubo un debate interesante acerca de cómo prohibir la Wikipedia. Personalmente (y sin ser profe) me inclino más hacia los que decían que prohibir no era necesario, sino enseñar a contrastar las fuentes, y a no quedarse únicamente con lo que (mal o bien) se recoge en la Wikipedia.
Como bien señalas hay que enseñar a usarlo, padres y profesores, pero me parece una herramienta con mucho potencial.
Por desgracia hay mucha gente que toma la wikipedia como verdad absoluta. A mi la wikipedia me parece fantástica para consultas rápidas de temas "no polémicos", pero ante la duda siempre hay que contrastar.
EliminarYo era de los que se leía la enciclopedia, cogía un tomo y iba mirando entradas y las que me interesaban me las leía y luego me iba a otra palabra que referenciaban y al final mis padres me protestaban porque acababa tirado en el suelo con 5 o 6 libros de la enciclopedia abiertos y no entendía mi tendencia al caos XD Ahora con los hipertextos lo que tengo es pestañas abiertas hasta que no se leen los títulos
A mi me ha encantado, pero realmente a cada uno de nosotros nos despierta una inquietud distinta el mismo texto.
ResponderEliminarLos comentarios que he leído me han despertado más recuerdos de infancia que el capítulo (me he acordado del “químicefa”, he recordado personas que fueron referentes para mi… pero cuando leí <<37>> ninguno de esos pensamientos vino a mi cabeza. Quizás fue porque hace muy poco estuve en Londres (mi mujer, mi hija y yo estamos estudiando inglés, consideramos que es nuestra primera prioridad formativa en la actualidad, ¿por qué será?). Quizás fue porque parte del capítulo lo leí ayer, y todavía estaba caliente con las manifestaciones: “Sin ciencia no hay futuro”. Quizás… es lo de menos yo pensé en otra cosa.
Y diréis: “esta vez se ha pasado ¿qué tiene que ver el capítulo 2 con las manifestaciones en las calles?”. Pues la tiene en mi cabeza, de hecho “el Día del Libro” me quedé con las ganas de hacer un post sobre lo mismo. Voy a relatarlo de forma cortica en los párrafos siguientes.
El mundo que estamos tejiendo para nuestros hijos es, para muchos de nosotros, poco satisfactorio. Soñábamos con dejar este mundo mejor de lo que lo encontramos y de, desde mi punto de vista, no lo estamos consiguiendo: Educación, Sanidad, Servicios Sociales... (los puntales que nos dotaban de igualdad de oportunidades entre los españoles) e Investigación Científica, Legislación Social Internacional… (los que nos dotaban de igualdad de oportunidades frente a otros países) están siendo demolidos.
Y muchos de nosotros salimos a manifestarnos. Y desde hace unos meses, cada vez que me manifiesto y cada vez que pienso en el Londres de principios del XX, me acuerdo de la manifestación del domingo 4 de octubre de 1936 en Londres. ¿La manifestación del domingo 4 de octubre de 1936?, os estaréis preguntando.
Si, ¡la manifestación del domingo 4 de octubre de 1936! Voy a justificarme que parece que se me está yendo la olla:
Hace poco leí “El invierno del Mundo” de Ken Follett y, en el capítulo 3 sección IV, se relata una manifestación que organizaron los fascistas ingleses en Londres con el apoyo de las fuerzas policiales (si no me estoy equivocando) contra los judíos, y también se relata la contramanifestación que se organizó para pararles los pies.
Solo por ese episodio me mereció la pena leer el libro, me emocione pensando como se podían sentir los manifestantes y… bueno yo no digo más que luego todo se sabe pero la sensación fue ¡SI SE PUEDE! (un mes después ese grito pareció que cobraba nueva vida cuando paso lo que paso, inicialmente, con los desahucios)
Un saludo
Totalmente de acuerdo... No debemos caer en la indiferencia y luchar por lo que es más importante y quienes hoy no pueden manifestarse, las generaciones futuras a quienes más va a perjudicar la situación actual
EliminarYo también estoy de acuerdo. Ya que has sacado el tema, @2qblog me gustaría compartir en esta tertulia algunas de las opiniones que he escuchado por parte de compañeros que no querían participar en la manifestación. Y es que no todos los males de la investigación son los recortes en I+D (y conste que yo soy una de las afectadas sin beca), sino de que hay mucho jefe que no cumple su horario y tiene un puesto fijo pensando que hace mucho cuando en realidad es como el perro del hortelano. Vamos, que la conclusión es que a parte de los recortes, el dinero que se invierte (ahora y antes de la crisis) no está bien repartido. Me gustaría conocer vuestra opinión, y cómo podríamos solucionarlo :P
EliminarHay dos aspectos de la casa de Sacks que he reconocido en la casa donde transcurrió mi infancia. Una biblioteca (aunque hábilmente camuflada en el mueble del comedor, para que nadie se diera cuenta que teníamos una...) y una carpintería. En la primera, nunca faltaba alguna enciclopedia, algún atlas, con el que asombrarme hojeándolo junto a mi padre o mi abuelo: una imagen del Sistema Solar, una célula al microscopio... hasta que llegué a una página que me intrigó y que decidí que un día comprendería mejor, mientras leía sílaba a sílaba su título: re-la-ti-vi-dad.
ResponderEliminarLa carpinteria, la habitación donde mi padre se aventuraba a confeccionar algún que otro mueble para la casa, era a la vez la sala de juegos y el laboratorio: tablones, imanes, motorcillos electricos, herramientas de todas clases...
Reivindico que toda casa debe equiparse de una biblioteca y una carpintería para el bien de los científicos del futuro.
Saludos.
Apoyo la moción :)
EliminarYo también.
EliminarPor favor Jose Antonio Bustelo hable usted con mi mujer. XDDDDDD
Ununcuadio, JC, muchas gracias por vuestro apoyo ;)
EliminarEstimado JC, no prometo nada, pero puedo intentarlo XDDDDDD
¡Qué tertulia tan interesante y qué cuestiones tan curiosas!
ResponderEliminarPues en el caso del pequeño Oliver es indiscutible el papel de la familia (sólo hay que fijarse en el título del libro) y de su hogar (¡fantástico para comenzar a investigar!). Mi caso es algo diferente...
En mi hogar cuando era pequeñito nunca escuché hablar de Ciencia ni tampoco tuve contacto con la literatura o con el método científico. Mi madre no tuvo estudios más allá de la EGB y mi padre siempre se dedicó a trabajar arreglando los coches. En mi caso encontré en las clases de Ciencias de la Naturaleza de los primeros años de instituto mi primer contacto con la Ciencia. ¡El primer flechazo!
Eso sí. Mis padres no saben de Ciencia pero sin ellos, sin su apoyo y todo su esfuerzo mi habitación no se hubiera convertido en una auténtica biblioteca de Ciencia (especialmente Química), literatura, muestras de sustancias químicas reales y modelos moleculares por doquier... Mis padres no saben de Ciencia pero sin ellos no me hubiese enamorado de ella. Así que aunque no lo van a leer. ¡Muchas gracias papá y mamá!
Ahora es mi pequeña hermana la que cuenta con un espacio en nuestro hogar para conocer la Ciencia (cuando la dejo entrar haha).
¿Una conclusión? Nunca rendirse cuando algo nos apasione y no dejar de ser curiosos, como el pequeño Oliver.
Preciosa tertulia.
Lo primero que quiero hacer es felicitar a cuantosycuerdas por aceptar el reto de este capítulo y encontrar cosas interesantes que debatir a partir de él. Yo no lo veía tan claro.
ResponderEliminarMe ha encantado conocer la historia de Margarita, me ha emocionado. Gracias por compartirla.
No creo que mi infancia influyese mucho en mi adicción por la ciencia.
En mi casa no se leía mucho, el periódico de los domingos (no, el de deportes no, hablo de leer) y algún libro de vez en cuando. Yo iba recopilando libros por las casas de familiares para poder leer. Aquí estoy totalmente de acuerdo con blogdeunquimico, lo que me gusta es aprender. Aunque eso mis padres lo tenían claro, nunca dijeron que me gustaba estudiar.
También empecé con un diccionario ilustrado para niños, cuantas cosas nuevas había allí... de aquí a los libros y después, como Héctor, a babear con Félix y Carl.
Algo que sí me ofreció mi padre fue un laboratorio donde investigar. Esa carpintería que propone José Antonio como equipación básica yo la tuve en plan papá de anuncio de seguros. No había nada imposible de arreglar, nada que se pudiese hacer con un poco más de esfuerzo.
La parte que más me ha llamado la atención no es la misma que a vosotros. Yo me he fijado en la decoración de la casa, los padres le dan dinero a la tía y no aprueban ni reprueban lo que hace. El escenario que nos propone esta tertulia debe tener los focos dirigidos a lo importante, hoy encontramos demasiado interés por la imagen y eso no nos lleva a la ciencia.
Yo he disfrutado de verdad con la ciencia cuando he empezado a enseñarla. Antes me gustaba, sí, pero cuando tienes que transmitir algo no es suficiente con saber, quieres más, y ahí la ciencia siempre tiene algo que ofrecer.
Santos
Muchas gracias!!
EliminarAunque es cierto que no era un capítulo "científico" puro, desde el primer momento vi mucho en él. Me fijé en varias cosas que no quise comentar para no guiar en exceso y una de ellas es la que haces referencia. Me llamó la atención y me gustó el hecho que comentas, el de que los padres deleguen la decoración de la casa en terceros, y no porque crean que lo van a hacer mejor que ellos sino simplemente porque no lo consideran importante. Tienes toda la razón en que a día de hoy prima la imagen y esta desplaza a las cosas verdaderamente importantes.
Un saludo.
Nos "vemos" en #TertuliasCiencia.
Es verdad, me llamó mucho la atención lo de la decoración de la casa, y me extraña mucho que no lo comentemos más.
EliminarQuizás alguien tenga fuerzas y anime la discusión en ese sentido.
Pero, ¡qué liados andamos todos durante los días de la semana!
También me fijé en ese desinterés por las artes plásticas y por la decoración de la casa, que quizás va bien con la imagen de científicos despistados, pero aún me pareció más llamativo cuando su amigo Jonathan le dijo que parecía una casa alquilada y a Oliver le sentó mal, porque el 37 "estaba lleno de misterios y prodigos: era el escenario mítico en que se desarrollaba mi vida." Era su casa, su hogar, su mundo, tuviera la forma que tuviera. Podemos imaginar mil maneras de vivir, e igual que no hay dos casas iguales (aunque muchas se parecen en su aspecto), porque se vive diferente, tampoco son tan distintas que no se encuentren rasgos comunes.
EliminarBuenas tardes tertulianos!
ResponderEliminarEn mi caso hay algo que marcó muy positivamente mi infancia y fue el hecho de que mis abuelos tuvieran un campo. Recuerdo que me encantaba ir por las tardes a alimentar a los animales, pasear a los perros por el monte y perderme durante horas, ir al río, al huerto etc. Disfrutaba muchísimo aprendiendo a hacer un montón de cosas que no puedes hacer en una casa. Ese fue mi enorme "laboratorio".
Por otro lado, aunque en mi familia nunca se ha respirado un ambiente de estudio, tengo que agradecer a mi madre su afán porque estudiara ante todo. Cuando flaqueaba un poco en las notas siempre estaba ahí al pie del cañón para que no me desviara, y si hoy estoy donde estoy en gran parte es gracias a ella.
Tengo que decir también que, aunque no hubiera ambiente de lectura en mi casa, más allá de la típica enciclopedia (que supongo la mayoría hemos tenido), cuando he querido algún libro, juego, etc que me ayudara a aprender, nunca me lo han negado. Una de las enciclopedias para niños que recuerdo con más cariño fue "Me pregunto por qué...", una colección de libros que abordaban multitud de temas de ciencia, historia, música, etc. Me encantaba sentarme a leer todas las curiosidades que contaba.
Saludos!
Bien, de la lectura del segundo capítulo me quedo con dos aspectos: primero, la fascinación que creaban en Sacks dos habitaciones de su casa: el consultorio médico con su instrumental y demás elementos donde sus padres pasaban consulta, y la biblioteca, con la variada colección de libros que además se convertía durante los fines de semana en habitación de juegos. El segundo aspecto destacable es que pasó una infancia rodeada de muchas personas, desde los mismos familiares que pasaban temporadas allí, hasta los refugiados una vez comenzada la Segunda Guerra Mundial.
ResponderEliminarEn cuanto a las preguntas para el debate de hoy, debo comenzar diciendo que no soy científico… He estudiado una carrera de las llamadas “letras puras” y mi única relación con la ciencia durante el colegio fue estudiar en un par de cursos algo de física, química y matemáticas.
A pesar de esto, me he sentido bastante identificado con nuestro protagonista y algunos de los que ya han participado con sus comentarios. Los libros fueron mi ventana hacia las ciencias en general y también a la historia, la arqueología etc. Como os ha pasado a muchos, mis padres son ávidos lectores (la imagen de varios libros en la mesita de noche aún perdura hoy en día) y aunque la mayoría de los libros era novelas, había un par de enciclopedias muy gastadas (internet ni se imaginaba aún) y varios libros de física, mecánica, matemáticas y cosas por el estilo (heredados de mis abuelos). En este sentido, fue muy fácil introducirme en la lectura y eso fomentó mi curiosidad por entender cómo funcionaban las cosas y porqué pasaban otras…
Sin embargo, lo que más recuerdo con nostalgia quizás sea la casa de mi abuela materna. No conocí a mis abuelos pero ambos eran muy manitas y me encantaba perderme entre sus herramientas y demás aparatos. No había rincón de esa casona bastante antigua que no explorase con mis hermanos y primos por lo que, ciertamente, era un lugar donde dejar volar la imaginación y, desde luego, hacer incontables gamberradas: allí hicimos nuestros primeros experimentos con pólvora, con el fuego, desmontamos motores de moto y ayudábamos a nuestros padres a arreglar los coches etc.
En definitiva, tanto la lectura de este capítulo como sobre todo vuestros comentarios, me han hecho recordar gratamente una parte de mi infancia y comprender lo importante que es alimentar la curiosidad que todos sentimos de niños…
Saludos a todos
Como bien dice Luis, no se necesitan unos padres científicos o con una importante formación para despertar la curiosidad, lo que se necesitan son unos padres interesados en despertar esa curiosidad y en conseguir que sus hijos aprendan más que ellos y darles todo su apoyo. Ese fue mi caso, y aunque nuestros libros estaban desperdigados entre el salón (los bonitos) y mi cuarto y el de mis hermanas, siempre tuvimos cosas que leer en casa. Luego descubrí la biblioteca pública gracias al colegio y no faltaba a mi cita semanal para sacar uno o dos libros (y siempre uno era de ciencia ficción jeje).
ResponderEliminarQuizás dentro de unos años mi hijo lea casi todo en formato electrónico y en ese caso su biblioteca será prácticamente infinita, los avances que estamos viviendo en la actualidad tenemos que aprovecharlos y hay canales en youtube, portales web educativos e infinitos recursos que pueden ayudarnos. Incluso existen distribuciones de Linux pensadas para los más pequeños, para despertar su curiosidad.
Cuando Sacks habla del lenguaje médico de su madre me ha hecho mucha gracia, porque en las clases que dan de preparación para el parto te explican un montón de términos sobre el embarazo y sobre todo del proceso de dilatación y la verdad es que al principio te suena a chino todo. Y sí, yo soy de los que el primer día nos pusieron un vídeo chungo de un parto y nos costó volver a la siguiente clase jaja
¡Y se me olvidaba! Qué importante son los juegos, una forma divertida de aprender cuando se escogen bien, y que buena costumbre es tener un día/tarde reservado para ellos. Y el quimicefa no se si lo compraré algún día, pero ya le tengo echado el ojito a unos cuantos juegos educativos con los que se divertirá el padre tanto o más que el hijo juasjuas
ResponderEliminarYo reconozco que tengo poca paciencia (de momento) para jugar con mis hijos (y para explicarles) dentro de la casa.
EliminarSoy más de sacarlos a los parques, montes, ciudades... y hablar con ellos de lo que vamos encontrando. "Ciencia en la calle".
Como donde mejor estoy yo es en la calle, considero que donde mejor les puedo enseñar es en ella. Tengo la suerte de vivir en un pueblo donde se puede vivir en la calle. Y también tengo la suerte de estar con una mujer que le gusta enseñar dentro de casa (así también se les forma dentro de ella).
En mi casa, como en otras muchas, la lectura y el estudio no eran la costumbre. Sin embargo, mis padres hicieron todo lo posible para que sus hijos tuvieran una buena educación. Recuerdo cómo se esforzaron para pagar la escuela, comprar enciclopedias y colecciones de literatura, estar pendientes de nuestra evolución, conseguir que llegáramos a hacer, mi hermana y yo, estudios universitarios. Para ellos, la educación era lo mejor que podían darnos.
ResponderEliminarMe parece que, por encima de factores ambientales, el ejemplo, la genética, la economía, el nivel social, lo escolar y lo extraescolar, y de cualquier otra cosa, está la generosidad que tuvieron nuestros padres. Y que tengo que agradecer.
Del capítulo de hoy destacaría 2 cosas: Me parece que Sacks, en los recuerdos de su casa, era un increíble observador, y que se fijaban en todo lo que veía (o soñaba), pero me extraña que mencione poco los otros sentidos (ni siquiera habla de la comida). Y también me parece curioso cómo recuerda a las mujeres, desde su madre a la tía Dora, de la que sólo recuerda el color naranja, o el cuarto de la tía Len, que le parecía un mundo “de amor incondicional”.
Saludos, de Ramiro.
Yo también recuerdo la cara que pusieron cuando les pase el primer pago de matrícula del segundo año de carrera (matriculado de curso completo y de dos de primero).
EliminarAdemás coincidió con la crisis del 92'. La tienda de mi padre, en realidad era de varios, se fue a la quiebra, arrastrando también el pequeño patrimonio familiar que había conseguido mi familia con esa tienda.
Yo también tengo mucho que agradecer, y todavía me avergüenzo del "palo económico" que les metí a mis padres. Al año siguiente conseguí beca para pagar las matrículas y para comer en comedores universitarios, trabajé repartiendo pizzas y aprobé lo que tenía que aprobar para conseguir la beca del Ministerio. Y desde ese momento siempre tuve beca (no me quedaba otra solución).
Un saludo, y gracias por recordarme lo mucho que tengo que agradecer.
Bueno, bueno, me acabo de reincorporar a la tertulia y me encuentro con ¡¡31 comentarios!! y ¡¡que nivel!!
ResponderEliminarLo primero que quiero hacer es daros las gracias por vuestra participación y por haber acudido a la cita, y lo segundo era invitaros a que participéis en los futuros resumenes, porque si habéis disfrutado comentando no os podéis ni imaginar lo que se disfruta leyendo un capítulo para luego resumirlo. Yo he sentido que me sumergía en lo más profundo de él y conseguía exprimir cada parrafo, cada renglón, cada palabra... Intentas sacarle todo el jugo al capítulo y buscar puntos para debatir y luego descubres que había muchísimos más que se te han escapado pero que la experiencia colectiva de la tertulia te los trae.
En serio, os animo a qus os apuntéis y lo viváis.
Por cierto, acabo de venir de estar con mi abuela, una mujer de 86 años, y me ha hecho pensar en algo que creo que puede ser introducido aquí. Mi abuela sabe leer y escribir con dificultad, no le hables de tal escritor o tal científico pero tiene una cultura tremenda... Recuerdo cuando yo era pequeño e iba por el campo con ella y yo (un paleto de ciudad, que no distingue un olivo de un girasol) me quedaba fascinado de como ella me señalaba los campos y me decía "eso es cebada, eso es centeno, eso es maiz, etc...". Yo no distinguía nada, me parecía todo igual y en otras ocasiones me explicaba como se esquilaba a las ovejas o se ordeñaba una vaca. Eso siempre me hizo pensar mucho sobre el concepto de "cultura". Y hoy lo he recordado...
Gracias nuevamente y un abrazo a todos.
Anoche caí rendido, pero levantarme por la mañana y leer tu comentario @Cuantosycuerdas ha sido maravilloso.
EliminarMuchas gracias por haber hecho el resumen, pero sobre todo quiero comentar algo que acabas de escribir.
La cultura no es saber leer y escribir, la cultura es saber lo que necesitas saber. Y ser profesor no es tener una carrera universitaria, es saber transmitir los conocimientos que sabes. ¡Tu abuela es culta y buena maestra!
Y ahora un comentario triste que les hago a todos mis alumnos:
"Tenéis la suerte de tener gente a vuestro alrededor deseosa de explicaros como era la vida antes, como ellos la vivían... además cada vez que os lo explican se vuelven a sentir importantes y les da fuerzas para su día a día".
Tenéis esa suerte ahora, pero dentro de poco esa gente empezará a desaparecer. Cuando eso ocurre siempre piensas que deberías haber pasado más tiempo con ellos, por ellos y por ti. En vuestras manos está que ese sentimiento sea lo menos doloroso posible.
Un saludo
La verdad es que es un gusto leeros a todos, y los últimos comentarios de @cuantosycuerdas y @guardiolajavi especialmente. Mi madre recuerda con emoción que su padre (mi abuelo) se crió entre vacas, pero estudió una carrera universitaria y fue el primero que viniendo de una granja tuvo hijos universitarios. Mi madre que lo admiraba mucho, quería darnos la oportunidad de estudiar como se la dio su padre. Algo que no ha sido fácil, siendo mujer separada, entonces sin trabajo, y con cinco lebreles... Actualmente, somos una licenciada química, dos ingenieros (uno graduado por Bolonia y el otro pre-Bolonia), mi hermana está acabando un FP y la pequeña en la ESO. Y todo gracias a mi madre (que estudió Magisterio y nunca ha ejercido de lo que estudió), y puede que a mi abuelo ;D
EliminarPues ahora me toca a mi, como siempre tarde ;P.
ResponderEliminarY como poco se puede aportar más sobre el entorno y su relación con el despertar del interés por la ciencia, contaré mi experiencia personal.
En mi casa había libros, bastantes, pero recuerdo especialmente una especie de enciclopedia llamada "Maravillas del saber", creo que fue un hit en la época. La verdad es que no recuerdo haberla abierto mucho, supongo que solamente para hacer algunos trabajos en el cole, (si en el cole, en el instituto nada de nada). Nadie en mi casa la usaba, como la mayoría de gente de mi edad (40) sus padres pudieron estudiar poco o nada. Nadie leía libros en mi casa ¿Por qué yo empecé a leer? Sinceramente no tengo ni idea, soy el penúltimo de 5 hermanos de los que solamente yo acabé la E.G.B., ¿por qué? sigo sin saberlo, muchas casualidades ocurrieron por el camino. Tampoco estuve especialmente motivado, simplemente fui avanzando académicamente. Esto por supuesto no evita que mi madre presuma con las vecinas. ;) (Pero vamos presume de todos sus hijos, como no podría ser de otra forma, ya que mi madre es premio Príncipe de Asturias a la mejor madre, mención de honor XD)
En mi infancia si recuerdo ir a la biblioteca municipal donde simplemente alucinaba entre libros y enciclopedias para realizar los trabajos, ahora existe la bendita Wikipedia (sí, bendita, pero como se comenta hay que saber usarla). También recuerdo de bien pequeño, estaría en 6º de EGB leía los libros de Asimov, "El electrón es zurdo y otros ensayos científicos" y libros de divulgación de "ese palo". En ese momento creo que quedé enganchando a la ciencia y a la Física en particular. Todo ello sacando libros de la biblioteca, también me gustaban mucho la ciencia ficción y los libros de fenómenos paranormales, ufología y todas estas locuras. (Y me siguen gustando)
Así que como veis teniendo el mismo entorno y un campo muestral suficiente (¡5 hermanos!, eso es suficiente para cualquier estadística) las causas por las que se despierta el interés sigo sin tenerlas claras. Ojalá las supiésemos ¿verdad? sería la solución para divulgar ciencia como Carl Sagan manda.
En la actualidad tanto yo como mi mujer los dos leemos bastante, y nuestras hijas de 7 y 10 años se van muchísimas veces sin rechistar a acostarse un rato antes para leer algún cuento (Tea Stilton la mayor y algún cuento clásico la pequeña)
¿Pensáis que sería buena idea dejarles el "Lectures on Physics" de Feynman en la mesilla? XD. Bromas aparte, la verdad es que me llena de orgullo que las dos sean tan "lecturinas".
Un saludo a tod@s.
Nunca es tarde para #TertuliasCiencia guardiolajavi.
ResponderEliminarYo he querido dejar para el final una apreciación que me vino a la mente con la lectura del capitulo pero que no he querido comentar antes para ver si alguno de vosotros veía algo parecido.
Mi idea es la de que todo es Ciencia, lo queramos o no todo lo que nos rodea es Ciencia por los cuatro costados y cualquier rincón o lugar donde nos encontremos puede ser nuestro "laboratorio" donde investigar. Jose Antonio Bustelo lo menciona en su comentario, la carpintería de su padre era su "laboratorio", por cierto suscribo su idea: hogares equipados con biblioteca y carpintería, je, je.
O. Sacks nos enseña como procede a partir de una apreciación de los colores y materiales de la fachada de su casa: "La casa era de ladrillo rojo, de un peculiar color crepúsculo suave. Tras haber estudiado un poco de geología imaginé que debía de ser alguna vieja piedra arenisca de la era devoniana, idea auspiciada por el hecho de que todas las calles que nos rodeaban (...) eran nombres devonianos". ¡¡Ahí es nada!! Investigación desde el porche de su casa. Esto me reafirma en mi idea de que todo puede ser visto desde un punto de vista científico, cualquier cosa la podemos contemplar y disfrutar con el añadido de la ciencia. Podemos quedarnos con lo fácil y ver el mundo de una forma plana o podemos iluminarlo con la ciencia y disfrutar de una manera más plena. En cualquier sitio está nuestro laboratorio o nuestra carpintería y todos podemos ser científicos. En definitiva podemos pensar en la ciencia como algo que hacen unos "señores/as" en sus laboratorios o como algo que nos rodea e impregna nuestra vida lo queramos o no.
Una vez más gracias por vuestra participación.
Un saludo.