Un capítulo difícil, la guerra llega a la vida de Oliver, y sus padres se ven obligados a enviar a sus hijos al campo, como muchas otras familias en Inglaterra. La intención era buena, salvar a los niños del peligro de los bombardeos nazis, pero la separación a tan tierna edad de los padres acabó marcando a muchos infantes y en el caso de Oliver se acentuó debido a un director de colegio cruel, que solo entendía el castigo como forma de educación. Nuestro pequeño protagonista acabó refugiándose en la ciencia, su interés en la naturaleza seguía despierto y además descubre un nuevo mundo donde nadie puede molestarle, el mágico mundo de los números, herencia de su padre y potenciado por su tía Len. El exilio pasó factura en el pequeño Oliver, que también perdió la compañía de su hermano y sus padres finalmente decidieron traerlo de vuelta a casa. El peligro de los bombardeos era menor que el peligroso desequilibrio que estaba provocando la separación a su hijo.
Posibles temas a debatir:
La importancia de la presencia de los familiares en la educación de los hijos. Y no me refiero solo a la presencia física.
Ahora se porque se había quedado el capítulo 3 libre ;P Menudo dramón, excepto los momentos con su tía o con la profesora del microscopio, el capítulo está lleno de momentos duros. Fue una época que le toco a vivir a muchos niños en Inglaterra, pero Oliver tuvo la mala suerte de dar con un impresentable como director del centro.
ResponderEliminarAquí vemos que Oliver queda abandonado por sus padres, pero a pesar de eso las enseñanzas de su madre calaron tan hondo que siguió fascinado por la ciencia. En cualquier caso, el abandono de los padres, ya sea físicamente o ignorando la formación de sus hijos es un problema que por desgracias vivimos a menudo. ¿Qué opináis?
Creo que todos estaremos de acuerdo que la guerra marca. Por suerte, a mi, no me ha tocado vivirla de cerca todavía. Espero no vivirla y que no la vivan mis hijos, aunque la historia del ser humano tiene una estadística bien distinta.
ResponderEliminarPero dejando aparte esta obviedad, el capítulo yo creo que está centrado en los “internados”. ¿Son buenos, o son malos? Francamente no lo sé, creo que habría que valorar cada caso concreto: características personales de los padres, condicionantes profesionales de los padres, características del hijo, tipo de internado…
De todas formas mi comentario va por otro lado. Voy a decir una cosilla sobre una afirmación que hace Sacks:
“Yo le tenía mucho cariño a Greta, nuestra perra, pero una de las primeras cosas que hice aquel invierno fue encerrarla en la gélida carbonera que había en el patio (…) Solo ya al anochecer admití lo que había hecho, y sacaron a Greta, casi congelada de la carbonera. (…) Sin duda era un mensaje, un acto simbólico que intentaba atraer la atención de mis padres hacia mi carbonera, Braefield”.
No estoy seguro de que realmente fuera un acto simbólico… Me explico. Cada ser humano tiene unas características especiales. Yo creo que no son ni buenos ni malos al nacer, es cierto que tienen distintas tendencias, capacidades… pero serán buenos o malos según actúen en sociedad, es decir, como utilicen esas cualidades innatas.
Y sinceramente, yo creo que Oliver Sacks era un chico inquieto. Creo que hubiera hecho la misma trastada aunque no hubiera estado internado en Braefield. Hacer eso no es malo, no es malo si no sabes donde están los límites y los límites los impone/enseña la sociedad (y por desgracia el vivía unas circunstancias traumáticas donde esos límites estaban claramente difuminados).
Voy a poner un ejemplo. Mi hijo es sumamente experimentador, está siempre buscando donde está el límite y cuales son las consecuencias de sus actos. Desde bien pequeño ya lo hacía. Todavía recuerdo como le gustaba acariciarte el pelo durante 10 o 15 minutos y después tirarte de él con fuerza para ver tu reacción, la segunda vez que me lo hizo comprendió que eso no estaba bien porque las consecuencias de sus actos fueron negativas. Sigue siendo muy cariñoso, ¡y sigue haciendo pruebas para ver que pasa si hace algo, a veces positivo, a veces negativo!
Un saludo a todos y a seguir participando.
PDT. Como ya dijo un contertulio, como no soy neurocientífico no hacedme mucho caso. Para solucionar ese déficit estoy leyéndome “Neurociencia para Julia” y también leo muchos post de @Uhandrea.
Es cierto que Sacks es un trasto, pero hasta este momento no había mencionado que hiciera daño a ningún ser vivo: parece que su sensibilidad artística/científica buscaba la belleza y el conocimiento en lo que hacía. Puede que me equivoque porque no he leído el libro entero :P pero realmente sí que pienso que fue algo simbólico: llamar la atención sobre sí mismo. Tengo poca experiencia con chavales, pero ahora que soy monitora de un grupito creo que podría decir quiénes tienen padres cercanos, ausentes, lejanos o excesivamente permisivos para compensar su ausencia :P
EliminarYo creo que en demasiadas ocasiones se buscan justificaciones para no reconocer características propias.
EliminarSi un niño hace daño a los animales a esas edades no tiene porque pensarse que es malo y que disfruta haciendo daño (¿han sido malos todos los seres humanos que en otras épocas lo hacían?), simplemente no conoce los límites tolerables para la sociedad.
Estoy de acuerdo de que por las circunstancias se las saltará con más facilidad, pero no que lo hiciera como llamada de atención.
Si que creo que es posible que cayera en la ensoñación como válvula de escape. Pero como dije antes, no soy ningún experto en porque hacen cosas los seres humanos. Leo mucho sobre ello, mi trabajo y mis hijos me obligan a ello, pero todavía no he encontrado teorías adecuadas. Pero lo que si que encuentro es muchas teorías "no científicas" que buscan culpabilizar a otros (sociedad, profesores, padres...) de cosas que realmente no creo que sean responsables. Se tiende a descargar siempre al individuo de responsabilidad y eso será adecuado en algunas ocasiones pero no lo será en otras.
Un saludo.
PDT: me pone de los nervios el "bésame mucho" pero también el opuesto "mi niño no me duerme". Uno que me revuelve las tripas es "padres maravillosos, maestros fascinantes" cuyo título viene acompañado por una frase totalmente destructiva "No hay jóvenes difíciles sino una educación inadecuada".
Cuando lees estos libros encuentras metodologías que pueden ser en algunos casos adecuadas, pero están basados en teorías que se dedican a culpabilizar a padres, educadores...
Al menos esta es la sensación que a mi me generan este tipo de libros.
No digo que sea malo, evidentemente tienes razón cuando dices que uno va aprendiendo de la sociedad/familia en la que vive. Es un caso aislado, pero tal como lo recuerda Sacks a mí me suena a llamar la atención, y no a experimentación o a trastada. Ni culpo a sus padres ni a la escuela, simplemente pasaba por una situación concreta.
EliminarPDT: Odio los libros de autoayuda, y nunca entenderé los que escriben de algo que no han vivido, como curas que hablan del matrimonio o psicólogos de ser padres cuando no lo son.
Siento unirme tan tarde... Respecto a este tema, creo que la razón de que Sacks actuara así con su perra fue una manera de llamar la atención, quería que le hicieran caso y quería que lo regañasen y castigasen como una forma de hacerse ver. Había pasado mucho tiempo separado de sus padres...
EliminarEstoy de acuerdo en que se trata de llamar la atención. Sacks nos cuenta que no se quejaba a sus padres pero al pasarlo tan mal debía hacer algo que atrajese la atención sobre él. Encerrar a su perro un tiempo lo veo como la repetición del comportamiento del director. Él tiene el poder y castiga de forma arbitraria, es un niño que copia comportamientos.
EliminarDato: tampoco soy nueropsicólogo ni leo esos libros que tan poco os gustan, no he pasado del Duérmete niño
No he leído el libro, pero por lo que resumes, el cariño recibido por sus padres en su temprana infancia, dejó un en el pequeño un gran recuerdo, y pienso que para suplir la falta de sus padres y para superar los momentos difíciles, se aferró a sus recuerdos, entre ellos la enseñanza de sus padres, para asi sentirse más próximo a ellos. Dada la situacion difícil del pequeño y de posible incomprensión de lo que sucedía fue su via de escape y que marcó su futuro. Gran resumen, al final acabaré comprandome el libro!!!;)
ResponderEliminarDebo decir en primer lugar que aún no me he puesto al día con el libro, pero lo haré ;)
ResponderEliminarSobre la pregunta de esta semana, y dentro del tema del que estamos hablando, que entiendo que es la ciencia, creo que la presencia de los familiares en la educación de los hijos puede ser positiva, neutra, o negativa, depende de cómo sean ellos, obviamente.
Para que la aportación a la educación del niño sea positiva debe saber encauzar sus cualidades naturales, como son la curiosidad y la inteligencia. Entiendo que resulta fundamental apartarse de las teorías pedagógicas en boga, cuya utilidad está siendo tan cuestionada en la actualidad, dado el bajo nivel educativo que estamos viendo en los currículos oficiales de la educación primaria española.
La educación científica de un niño debe llevar no sólo a que el niño encuentre respuestas a sus preguntas, sino que tiene que adquirir conocimientos. De otro modo, nunca podrá convertirse en una persona creativa, porque carecerá de la base necesaria para desarrollar su personalidad. El niño debe obtener la cultura que podrá hacerle libre en la edad adulta.
Sí, uno de los temas que 'saqué' yo al leer este capítulo es el que mencionas: ¿la educación actual (en general, no solo la científica) es adecuada? Por ejemplo, ahora que me he aficionado a novelas científicas (de historia y divulgación) me encuentro con que aparecen conceptos que estudié en ESO y Bachillerato de física y matemáticas y que prácticamente he olvidado: y lo que me parecía intragable en aquellos momentos ahora me interesa muchísimo: ¿no sería posible hacer unos libros de texto más amenos, encuadrar conceptos como infinito, límite, derivadas en la historia de las matemáticas y lo que supuso su 'descubrimiento/invento'? No soy maestra ni pedagoga pero desde mi punto de vista hubiera entendido mejor los números imaginarios si me hubieran hablado de el sorprendente matemático Euler. Llego a la conclusión (quizá equivocada) de que hay que lograr un equilibrio entre fomentar el interés del alumno y que aprenda los conceptos necesarios. Sería un trabajo inmenso para cada profesor replantear las asignaturas para hacerlas más atractivas, y sin embargo, me parece que yo (si con esta loca vida acabo dando clase) creo que haría la prueba ;)
EliminarYo creo que se debe encauzar el interés del alumno para que encuentre los conceptos necesarios para llegar a desentrañar algunos de los misterios que le rodean. Se le deben mostrar cuáles son las herramientas y cómo se usan, para que su interés le lleve a descubrir las leyes que se ocultan tras los fenómenos naturales. En mi opinión los mejores ejemplos sobre cuál es el camino a seguir están en la historia de la ciencia, y la divulgación científica muestra como de manera natural el hombre ha llegado a esos descubrimientos con su curiosidad como motivación fundamental. En la educación de hoy en día la motivación es muy distinta. Y en las familias. Y en la sociedad. Básicamente es el dinero.
EliminarLa cuestión es que no todo el mundo tendrá la suerte de que su hijo cuente con un profesor que le enseñe ciencia con la pasión que se debe. Es más, muchos tendrán la mala suerte de encontrarse con un profesor amargado que hará que la ciencia le parezca una mierda. Pero los padres si que pueden ayudar en su casa a hacer crecer el interés del niño por la ciencia, y quien dice ciencia, dice x. El profesorado es el responsable de la formación académica, pero el núcleo familiar debe ser el responsable del interés en la formación académica y de cubrir posibles lagunas por el bien del niño.
Eliminar¿Habéis leído el teorema del loro? Es un libro bastante ameno, una historia muy simple pero rodeada de conceptos matemáticos y de lo que más me gustó: las noches de magia que le hacía a los niños, en los que por ejemplo les explicaba como se midió la altura de las pirámides. Estoy deseando hacer cosas así con mi peque ^_^
Y ese es el camino @cuantozombi, jugar con los peques.
EliminarPero no todos los padres estarán capacitados, y no debe de ser una obligación para los padres, porque cuando se convierte en una obligación dejas de ser padre, te conviertes en maestro/profesor y desde mi punto de vista se pierden cosas.
Resumiendo: "Yo quiero que mis hijos me vean como padre, un padre pillado con la Ciencia que le gusta explicarles cosas y hacer cosas "científicas" con ellos. No quiero que me vean como profesor que suple las deficiencias de otros"
Un saludo.
No puedo estar más de acuerdo @2qblog
EliminarEste capítulo fue como un jarro de agua fría. Debía ser el comienzo de la escuela, la socialización, el aprendizaje, pero llegó la guerra, la separación de los padres, los malos tratos, el hambre, casi hasta la locura.
ResponderEliminarPienso que su educación quedó marcada por todo ello, aunque también se aprenda de lo malo (y quién sabe cómo llegó a ser tan brillante). Al menos así lo sentía él, tanto física como psíquicamente. Y la distancia de sus padres era lo peor.
En general, en un colegio o Instituto, todos los alumnos son uno más en un grupo cualquiera al que hay que enseñar de modo específico una determinada asignatura y a un determinado nivel. No existe una educación integral o personalizada. Todo lo que se hace son esfuerzos por mantener la convivencia, el trabajo, el estudio, el interés, la formación, el respeto, y también la ilusión y el afecto. Pero no conocemos a los alumnos de verdad, no están en su casa y en sus vidas. Es necesario que las familias sean la base de sus estudios y de sus amistades. El caso de Oliver fue mucho peor, pero es como el primer día de colegio, cuando los niños no quieren separarse de los padres. Oliver no pudo hacer nada. Y su mente se rebelaba con todas sus fuerzas: llegó a “demostrar” la inexistencia de Dios o a fabricar un mundo de fantasía.
A nadie le gusta la escuela y todos tienen malas experiencias que recordar. Obligaciones y deberes, horarios y profesores, compañeros y malas relaciones. Son cosas normales. Y lo más importante y peligroso sucede fuera de los muros.
Otra cosa que resulta paradójica es que la razón de todo ello eran los bombardeos, las bombas, inventos científicos que le asombraban tanto y que produjeron tanto horror en el siglo XX. Pero le gustaban los metales.
Un saludo.
A colación de este comentario, estuve tentado de poner otra pregunta para el debate, pero al final me arrepentí. La pregunta era vuestra opinión sobre la segunda guerra mundial como uno de los mayores "catalizadores" científicos de la historia. La forma en la que los aliados se volcaron con sus científicos para conseguir ganar la guerra tuvo sus réditos: las primeras computadores, la energía nuclear, mejoras en materiales, procesos de fabricación, etc
EliminarY la financiación a los científicos no paró allí, la guerra fría contribuyó a mantener muchos presupuestos y sobre todo a la carrera espacial, que trajo un gran progreso a nuestra civilización. Además en el caso de EEUU la guerra forjó a unos jóvenes que posteriormente fueron los que llevaron al país a la supremacía mundial. En definitiva la segunda guerra mundial fue un horror, pero si hubo beneficiados fueron evidentemente la ciencia y los EEUU que se convirtieron en el nuevo imperio gracias a todo el talento extranjero que recibieron y a una generación cuyo caracter fue marcado por la guerra.
Y que conste que no justifico ni la guerra, ni la guerra fría : P
Cuando para salir de alguna situación se invierte en Ciencia el país sala reforzado. Eso es así y se necesitan políticos de altura que se den cuenta de ello.
EliminarYo creo que la guerra no es la responsable de los adelantos, la responsabilidad de los adelantos son las situaciones de crisis, de dudas, de problemas, de curiosidades... bien resueltas.
Y que conste que si estoy criticando a los gestores actuales de la crisis. :-P
En mi opinión también deberíamos plantearnos qué habría sucedido si no hubiese habido una guerra... Es cierto que los avances en ciencia aplicada al armamento dieron lugar a grandes progresos en energía atómica y cohetería por ejemplo, pero ¿no se habrían hecho otros avances si no hubiese habido una guerra, tal vez enfocados hacia un uso civil más inmediato y provechoso? Aunque desgraciadamente no creo que se hubiesen dedicado a la investigación jamás los fondos que se dedicaron al proyecto Manhattan...
EliminarEstoy de acuerdo @cuantozombi, sin guerra el desarrollo hubiese sido muchísimo más lento. Como dice David habríamos tenido avances, pero no a ese ritmo, aunque en cuanto a armamento hubiese sido mejor.
EliminarCoincido con @2qblog, en las situaciones de estrés una persona da mucho más de lo que ella misma podría esperar. Con una sociedad (científica en este caso) en caso extremo de guerra tenemos un buen ejemplo.
Iba a generalizar a todos los casos extremos pero con el ejemplo de la crisis he tenido que recular O_o
Creo que lo que subyace a todo es la financiación, cuando sea menos importante financiar la guerra que financiar la ciencia en sí misma, podremos llegar a lo que comenta David...
EliminarEres como un gran Rey Mago repartiendo regalos.
ResponderEliminarUn saludo y a la espera de tus certeros comentarios dando caña a diestro y siniestro ;-)
Realmente un capítulo duro, la separación de los padres a los que idolatraba debió marcarlo profundamente.
ResponderEliminarEs claro que los padres son una parte fundamental en la educación de los hijos, el colegio o instituto ayudan, socializan, pero sobre todo deben formar o enseñar, pero educar la mayor parte nos corresponde a los padres. Además el refranero español en ocasiones es muy sabio, y ya se sabe que "De tal palo, tal astilla".
Me gustaría destacar el hecho del tipo de educación impartida por el (visto desde nuestra perspectiva actual) cafre director del internado. Debemos recordar que desgraciadamente era más normal de lo aconsejable en aquella época, de hecho hasta nuestro días eso se conocía como "disciplina inglesa" y no estaba mal vista por la mayoría de la sociedad, incluso hubo épocas en las que había quien buscaba ese tipo de "educación".
Saludos a tod@s.
De todo el capítulo, me quedo con una frase que lo resume muy bien y, me atrevería a decir, tiene alma propia: "La ciencia es un territorio de libertad y amistad en medio de la tiranía y el odio".
ResponderEliminarSi esto lo extrapolamos a la mente infantil, que sin necesidad de vivir una guerra puede sentir hostilidad en su entorno, su "campo de concentración particular" en su colegio, y su "dictador" en el director de la escuela, un niño despierto e inquieto puede buscar refugio al maravillarse ante cristales de hielo bajo el microscopio, o encontrando series de Fibonacci en un girasol.
Al fin y al cabo, hacer ciencia es crear un mundo paralelo; unas "fantasías" que llamamos hipótesis y que son candidatas a enriquecer nuestro pensamiento. Es nuestro intento (primitivo e infantil, pero el más preciado que tenemos, que diría Einstein) por apresar con nuestras manos la realidad de la naturaleza "más allá de Braefield".
Me acordé de tu comentario acerca de la carpinteía, cuando Sacks menciona que en la escuela le gustaba hacer maquetas de aviones ;D Yo también remarqué la frase de la ciencia, aunque más adelante viendo como adaptaba lo que leía (Libro de la selva, etc) para inventar historias que 'confundía' con la realidad, lo extrapolaría 'fuera de la ciencia': literatura, imaginación, creatividad, tesón, sensibilidad hacia la belleza, asombro ante la realidad (¿no es así como nació la filosofía y la ciencia en la Grecia clásica?).
EliminarAbsolutamente de acuerdo, Ununcuadio. Es extrapolable allá donde la creatividad, la sensibilidad hacia la belleza y la capacidad de asombro entran en juego para dar sus frutos.
EliminarQuiero añadir un par de detalles menores a lo que decís.
EliminarNo parece sólo que esté repasando la historia de la ciencia antigua. En las lecciones de la tía Len, también están las claves de la ciencia moderna desde Galileo, cuando le dice que el mundo está escrito en lenguaje matemático. Las historias del número de oro, de las matemáticas, en la naturaleza y el arte me parecen además un recurso pedagógico increíble. A mí aún me tienen intrigado. Y hay otro elemento de la cosmovisión moderna que se refiere al concepto de creación: la idea de un mundo, como podía haber sido otro, en vez del universo necesario de la astronomía clásica. Eso abrió las puertas a numerosas posibilidades: heliocentrismo, órbitas elípticas o la importancia de la experimentación. Oliver también empieza a hacer sus primeros pasos experimentales, sintiendo tal vez el drama de su libertad, por la situación que vivía.
Menos mal que eran detalles menores Alteruter, ojiplático sigo
EliminarYo me quedo en el capítulo con:
ResponderEliminar· Las bombas termita. La reacción de la termita es que me apasiona. La bomba no se apagaba.
· Los cristales de nieve observados con el microscopio (y el comentario, no hay dos iguales).
· Las linternas amortiguadas con papel de seda rojo.
· La pérdida de fe en Dios, y el curioso experimento que diseña para tratar de demostrarlo. Planta dos hileras de rábanos, pidió que bendijera o maldijera una a Dios, y comprobó que ambas crecían igual.
· Para deshumanizar a su profesor, lo imagina como un "puñado de átomos".
· La referencia a los números primos, a la serie de Fibonacci y a la divina proporción. Tal vez ahí encuentra de nuevo a Dios, en la Naturaleza, y diseña una nueva idea de Dios. También hace más referencia a la Naturaleza y como le fascina.
xDDD yo me apunté la termita para estudiarlo más en profundidad.
EliminarEn cuanto a los cristales de nieve que expliqué una vez en mi blog, recibí un comentario de una amiga filósofa apasionada por la Naturaleza y muchas más cosas: "Lo efímero de la belleza, o mejor, la fragilidad de la belleza. En la naturaleza eso se ve mucho. Por un lado está la belleza portentosa, de una tormenta, por ejemplo, a la que quizá sería mejor llamar "sublime", por las connotaciones de "terrible", o como diría Rilke: "la belleza no es nada
sino el principio de lo terrible, lo que somos apenas capaces
de soportar, lo que sólo admiramos porque serenamente
desdeña destrozarnos."
Luego está está belleza frágil, que nos recuerda que la belleza será siempre algo que se nos escapa. El copo de nieve que en cuanto se toca, se derrite, que no podemos poseer, que sólo existe mientras no pretendamos hacernos con ello. Esa fragilidad es, a veces, lo más bello. Como el momento del otoño, en su máximo esplendor, que es también el más frágil, que sabes que en cuanto llueva un poco no quedará más nada."
Yo también apunté como posible tema de debate la diferencia entre el conocimiento científico y el religioso: en ciencia debemos demostrar nuestras intuiciones con experimentos doble ciego placebo o en matemáticas con demostraciones consistentes. En religión digamos que se funciona de otra manera, así que resulta cómico (al menos para mí) el 'experimento' de Sacks. Se me ocurría que esto podría enganchar con un tema polémico que seguí por Twitter: ¿genera 'esquizofrenia' que en un mismo aula se enseñe religión y ciencia?
Respecto a la "esquizofrenia" que señalas sobre enseñar en un mismo aula religión y ciencia, un alumno me hizo exactamente esa reflexión no hace mucho. Me decía que "resulta increible que con respuestas tan contrarias en ambas materias, consigas aprobar las dos asignaturas".
EliminarEs un tema que merece discusión, sobre todo recordando lo ocurrido en Dover cuando pretendieron enseñar en la clase de ciencias el "diseño inteligente".
Me quedo con la descripción de Rilke al recordar la belleza intrínseca de algunos experimentos científicos: el plano inclinado de Galileo, el interferómetro de Michelson, el experimento de la doble rendija... el brutal cambio de paradigma que supusieron muchos de ellos, encerrado en un sencillo dispositivo, aporta una de las bellezas más sublimes.
Puede que la clave esté en lo que remarca @deibitbanon: "a referencia a los números primos, a la serie de Fibonacci y a la divina proporción. Tal vez ahí encuentra de nuevo a Dios, en la Naturaleza, y diseña una nueva idea de Dios."
EliminarSaludos!
Llego un día tarde, pero he disfrutado mucho con el resumen de @cuantozombi (¡muchas gracias!) y con vuestros comentarios: ¡una semana o más me habéis hecho disfrutar mucho!
ResponderEliminarYa he ido comentando a lo largo de los temas que habéis ido sacando, pero se me han quedado algunos en el tintero:
- Enganchando con otras semanas que debatíamos acerca de si los padres no están a cargo de la educación científica de sus hijos, que es competencia de los maestros, porque con ser padres ya tienen bastante encima. En este capítulo queda claro que la educación/escuela tiene una importancia crucial en el alumno: desde un punto de vista psicológico y de adquisición de conocimiento. Sacks tuvo una suerte de familia pero no de colegio :P Pero a pesar de tantas cosas malas que relata, queda 'esperanza': hay una profesora que le enseña los cristales de hielo porque ve que le interesa (¡gran profesora!) y lo mismo ocurre con la tía Len.
- La guerra: hace poco leía que Ana María Matute tiene una visión de la infancia en sus libros que es fruto de sus experiencias en la Guerra Civil española que le 'robó' su infancia y esto se desprende en las personalidades 'amorfas' (por decirlo de alguna manera) de sus personajes-niños. Algo así se lee en el relato de Oliver, y puesto que yo vengo de una 'familia desestructurada' doy de de lo mismo.
Saludos a todos y gracias por todo!
Ya no queda casi nada que decir (si, es una provocación) pero si me gustaría remarcar lo que me ha llamado la atención y no habéis revisado concienzudamente (para deleite de los demás tertulianos):
ResponderEliminarSi bien ha aparecido en tema de los rábanos, no se ha comentado la utilización del método científico. No se si será cierto... voy a experimentar. Ciencia
Tampoco se me ha escapado el ambiente de la casa. En el capítulo 1 era luminosa y en la puerta había unos vidrios de colores por los que miraba. Ahora no entra luz y los cristales están rotos. Falta la alegría y además no puede mirar hacia fuera y cambiar lo que ve según el color del cristal con que mira. Literatura